"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

martes, 25 de junio de 2013

“Tu Jardín Con Enanitos”. Ramón Melendi ( 1979)




Hoy le pido a mis sueños
que te quiten la ropa,
que conviertan en besos
todos mis intentos de morderte la boca.

Y aunque entiendo que tú,
tú siempre tienes la última palabra en esto del amor,
yo hoy le pido a tu ángel de la guarda
que comparta, que me de valor y arrojo en la batalla, pa’ ganarla...

Y es que yo no quiero pasar por tu vida como las modas;
no se asuste señorita, nadie le ha hablado de boda.
Yo tan solo quiero ser las cuatro patas de tu cama,
tu guerra todas las noches, tu tregua cada mañana.

Quiero ser tu medicina, tus silencios y tus gritos.
Tu ladrón, tu policía, tu jardín con enanitos.
Quiero ser la escoba que en tu vida barra la tristeza.
Quiero ser tu incertidumbre y sobre todo tu certeza.

Hoy le pido a la luna
que me alargue esta noche,
 y que alumbre con fuerza
este sentimiento y bailen los corazones.

Y aunque entiendo que tú,
serás siempre ese sueño que quizás nunca podré alcanzar,
yo hoy le pido a tu ángel de la guarda
que comparta, que me de valor y arrojo en la batalla, pa’ ganarla...


Y es que yo quiero ser el que nunca olvida tu cumpleaños.
Quiero que seas mi rosa y mi espina aunque me hagas daño.
Quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales.
Quiero ser el mar dónde puedas ahogar todos tus males.

Quiero que seas mi tango de Gardel, mis octavillas,
mi media luna de miel, mi blues, mi octava maravilla,
el baile de mi salón, la cremallera y los botones.
Quiero que lleves tu falda y también mis pantalones.

Tu astronauta, el primer hombre que pise tu luna
clavando una bandera de locura;
para pintar tu vida de color, de pasión,
de sabor, de emoción y ternura.
Sepa usted que yo ya no tengo cura sin tu amor.
Tu jardín con enanitos. Tu jardín con enanitos.



¿Quién puede sostener que una canción no es poema? La otra noche escuché un montón de ellos en el concierto de Melendi. Para agradecerles que me dejaran acompañarlas, dedico éste hoy a Miriam y Elena, dos soles de mi universo.

martes, 18 de junio de 2013

“Frío como el infierno “. Benjamín Prado ( 1961)



Roma, 1995

Estamos en invierno y esto es Roma
y tú no estás.
                           Yo voy de un lado a otro
de tu nombre,
                             lo mismo
que un oso en una jaula;
                                                 marco un número;
pongo la radio, escucho una canción
de Patti Smith dar vueltas dentro de Patti Smith
igual que un gato en una lavadora.

Estamos en invierno y yo busco un cuchillo;
miro la calle;
                            pienso en Pasolini;
cojes una naranja con mi mano.

Y esto es Roma.
                                 La nieve
convierte la ciudad en una parte del cielo,
ilumina la noche,
deja sobre las casas su ángel multiplicado.

Y tú no estás.
                            Yo cierro una ventana,
miro el televisor,
                                   leo a Ungaretti,
                                                                     pienso:
la distancia es azul,
yo soy lo único que hay entre tú y este frío.
Estamos en invierno y esta ciudad no es Roma
ni ninguna otra parte.
                                              Miro atrás
y puedo verlo: acabas de apagar una lámpara;
has cerrado los ojos
y sueñas con un bosque;
                                                   de repente
alargas una mano,
                                      buscas una manzana
que está en el otro lado de la mujer dormida...

Mientras,
                      yo odio este mundo frío como el infierno
y el cansancio que caza lentamente mis ojos;
odio al lobo que has puesto en la palabra noche
y la forma en que llenas la habitación vacía.
Odio lo que veré
desde hoy y para siempre: tus pisadas
en la nieve de Roma, donde nunca has estado.

De "Todos nosotros". 1998.



martes, 11 de junio de 2013

“Llega, toca, lárgate “ de Roger Wolfe ( 1962)




Es inútil, le dije.
Escribir.
Escribir es inútil.
Ya, me contestó.
Ya lo estaba yo pensando
el otro día.
¿Y a qué conclusión llegaste?
Pues eso. Lo que dices
tú. Que carece por completo
de sentido.
Sólo que...; bueno,
también poner ladrillos
es inútil.
Sirve para construir casas...,
y paredes. Paredones, también.
Quizá se trate de eso.
¿De qué?
Un oficio,  joder, un
oficio. Ni más ni menos
que un oficio.
¿Como decía Pavese?
No, como Pavese no. Como ese músico
de jazz. ¿Te acuerdas?
Freddie Green.
Llega, toca, lárgate.



A  Rafa, por descubrirme tantas cosas...

martes, 4 de junio de 2013

"Soneto 126" de "Rimas". Lope de Vega ( 1562-1635)


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

(Pido disculpas, adelantándome a las posibles críticas por la foto,  pero creo que la imagen de  este Lope es infinitamente mejor que la del original. Por cierto, recomiendo la película si no la habeis visto. Es una verdadera gozada)