"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 29 de junio de 2017

Veinte años con magia


En estos días se ha cumplido el vigésimo aniversario de la publicación de Harry Potter y la piedra filosofal, el primer libro de la fantástica ( nunca mejor empleada una palabra polisémica) saga de J. K. Rowling.
Me declaro admiradora suya, de su imaginación y su empeño. Todos los escritores sabemos lo que duele el rechazo de las editoriales y según se comenta en los medios a ella la «echaron «pa trás» ocho veces; vamos, que no tirar la toalla tuvo su mérito y, sin duda, una creencia en su historia bien arraigada.
Me alegro de su valentía porque no sólo se ha hecho rica vendiendo libros (olé sus «bemoles») sino que nos ha proporcionado a millones de lectores la posibilidad de deleitarnos con sus protagonistas y sus andanzas.
No soy tan seguidora como ciertos conocidos que podrían ganar un concurso de quien es quién en el universo Potter, pero sí reconozco adorar a Dobby, Hermione, Sirius, Dumbledore, la excelsa profesora McGonagall o al propio Harry. Lo he pasado pipa deseando pisar de verdad esos muros de Hogwarts, asistir a esas clases tan espectaculares o participar de los partidos de Quidditch.
Pero lo realmente importante de estos veinte años ha sido que millones de personas han leído. ¡Sí, por Dios!, han pillado un libro y lo han devorado, han hecho colas para comprar el siguiente, se han mordido las uñas de impaciencia por saber cómo seguía la trama...Eso es emocionante. Despertar pasión por una historia es el sueño de cada escritor, y la dichosa Rowling lo ha conseguido. Ni qué decir tiene cuánto la envidio.
Por otro lado, ha unido a adultos y jóvenes en la lectura de los mismos textos. Ha dejado de ser «ridículo» que los mayores gocemos con la literatura juvenil ; aunque hay gente que me mira con repelús cuando admito que me van los dragones, elfos, guerreros, hadas, vampiros, hombres lobo...Hay mentes muuuy limitadas.
Y en último lugar, los magos se han puesto de moda. Siempre han existido, vamos a ver, pero ahora conocemos a muchos con nombres y apellidos, les seguimos ( ¡Uf, me encanta Antonio Día, el Mago Pop!) y es maravilloso contemplar el rostro de pasmo que pone un niño al ver sus trucos...o el mío, sin ir muy lejos.
La magia existe. La felicidad que nos inunda al impactarnos también. 
Los libros existen. Su magia también.

jueves, 22 de junio de 2017

Por ti


Por ti
escalaría acantilados;
por ti,
me lanzaría sobre la cascada
con los brazos al viento
imitando el salto del ángel.
Por ti
pasaría frío y hambre;
por ti
calor y sed.
Por ti
ignoraría otras miradas.
Sólo por ti.
Mi sueño.
Mi dueño.
Sólo por ti.

jueves, 15 de junio de 2017

Mo fàil


Mi nombre es Brenda Banner y me conocisteis como Bren en Mo duinne. Puede decirse que mi vida cambió cuando una española «pequeña pero matona» llegó a Greenrock , la fortaleza donde nací y me crié al ser mi madre la cocinera, para hacerse cargo durante un verano del ingobernable sobrino de nuestro jefe, Dylan MacDougall.
Nuestra vida no era especialmente excitante hasta que la vitalidad de Ana se filtró en cada habitante del castillo. Conquistó al taciturno Dylan, al irresponsable James, e incluso al estirado Malcom, el mayordomo más estricto del Reino Unido. De mi madre qué contar, se empeñó en cebar a aquella pequeña libertaria con la que discutía de clases sociales a pesar de adorarla y celebrar que pusiera alegría en nuestra existencia.
Por mi parte, conseguí una amiga y aliada. Supo captar mi interés por el díscolo James, pese a las reticencias de mi madre de mezclar empleados y señoritos, y logró que me subiera a unos tacones para asistir a mi primera inauguración de unas galerías de arte, que paseara en lujosos automóviles y que disfrutar del día más inolvidable de mi vida en el velero de los MacDougall. En él se gestó la primera novela de Ana y se afianzó mi amor por James.
¿El de él por mí? No sabría decir. Tonteaba con toda la que se pusiera delante y mantenía una relación con una pija de su pandilla llamada Marleen, a quien, por supuesto, siempre he odiado.
Desde aquel verano muchas cosas han cambiado. En los últimos diez años James y yo apenas hemos cruzado nuestros caminos. Dylan convirtió en realidad mi sueño de ser chef y ahora soy una reputada cocinera en Lyon, tras haber pasado varios cursos en una escuela de París, conviviendo con Marcus, mi novio. Ya no estamos juntos. Lo he cambiado por Caleb, un fotógrafo de ascendencia asiática.
James se marchó a Estados Unidos y allí parece muy feliz, preparándose para su esplendoroso futuro en una escuela de negocios tan pija como los amigos con los que se codea.
Ahora ambos hemos vuelto a casa.
He recibido una carta de Dylan, junto con su avión, porque mi madre…
Prefiero no contártelo. Lee esta novela y comprobarás cómo hemos evolucionado todos. Aunque no vayamos a hacer Historia, me temo que nos disfrutarás.

jueves, 8 de junio de 2017

"Una historia diferente"







A Rafa lo conocéis quienes me seguís por ser mi acompañante de presentaciones, uno de mis mejores amigos y un cantaautor fabuloso. Se esconde bajo el seudónimo de Poverello porque tiene la “manía” de sintonizar a la perfección con los colectivos con los que lleva años trabajando. Desde su posición de trabajador social se ha mezclado con personas drogodependientes, con discapacidades, mayores...Grupos vulnerables de sufrir las injusticias sociales. Y ahí se ha dejado – y sigue dejándose – la piel él, trabajando para buscarles ayuda y denunciando situaciones en su blog Zaguer@s.
Aparte de esa pasión, que le viene de antiguo, como lo de ser vegetariano radical y “fastidiarnos” a los amigos cuando acude de visita, tiene el don de la música, creando canciones maravillosas ( entre ellas Si te volviera a ver, que podréis encontrar en mi futura novela Intruse) y el de las letras; de ahí que ahora publique su primera obra: Mishasho.
Esta es la sinopsis: Diego y Pepe, dos polos opuestos en educación y ambiente socio-familiar, coinciden en una comunidad terapéutica para personas en rehabilitación. Ambos, por motivos también antagónicos, han comenzado el programa terapéutico. No están condenados a entenderse, pero en cierta medida sí se sienten condenados por su propia historia personal que les lleva a tener que tomar determinadas decisiones en situaciones extremas donde la voluntad personal no suele ser algo demasiado dúctil y manejable.
Dos mundos paralelos dentro y fuera de la microsociedad de la Comunidad. Dos barrios igual de antagónicos que los protagonistas que lo habitan, el chic y el gueto. Personajes que pululan alrededor, dentro de Diego y de Pepe, igualmente condenados a ser libres o esclavos de un pasado que nunca suele ser redentor.
El temita desde luego se las trae, y no os voy a decir que sea sencilla de leer, pero pienso que Rafa ofrece un mundo con el que ha convivido y que sabe reflejar a la perfección.
Es un lector voraz de autores dispares y difíciles y creo que se nota en su estilo. Resulta un tanto barroco aunque lo ha depurado desde el primer borrador que puso en mis manos. Pienso que se merece la oportunidad de que lo conozcáis ; no solo porque lo quiero y anhelo su éxito sino porque es una persona tannnn especial que ni publicar lo hace como cualquiera. Ha escogido una editorial , Dyskolo, que trabaja en su misma sintonía. Los fondos recaudados por esta novela irán íntegramente destinados a la ONG Basida, una asociación de carácter benéfico y asistencial, sin ánimo de lucro, y cuya finalidad es la atención a personas necesitadas desde un punto de vista biopsicosocial.
¿Y cómo se paga al comprarla? Alucinad…El comprador elige cuánto paga. Desde cero hasta lo que desee donar. Y podéis descargarla gratis y pagar después si os ha gustado.
Si he conseguido interesarte, entra en https://www.dyskolo.cc/proyecto/pago/ y echa un vistazo.
Y si quieres seguir a Rafa, además de en su blog arriba indicado, lo encuentras también en https://batiburrello.wordpress.com/


jueves, 1 de junio de 2017

"Si sólo fueras un árbol..."


Me guarezco bajo tus ramas,
me apoyo en tu tronco sólido.
Me proporcionas sombra y cobijo.
Respiro el aroma a verdor de tus ramas,
que se expanden envolviéndome toda.
Tu oxígeno me llena los pulmones
y alimenta mi alma.
Iluminas lo que me rodea,
purificas mi pensamiento.
Eres naturaleza en estado salvaje.
Madre naturaleza.
Mi madre.
Mi tronco protector.
Tus ramas, mi familia.
Juntos, un todo.