"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 6 de septiembre de 2018

¡Hola! Regreso con una curiosidad.


La Historia me resulta apasionante de principio a fin. Lo malo es que la conocemos tan fragmentada, nos llegan sucesos tan escogidos que, cuando topo con uno desconocido y sugestivo se me hace la boca agua.Eso me ocurrió cuando supe de la existencia de descendientes de japoneses en Coria del Río, un pueblo de la provincia de Sevilla.
Para los corianos no es ningún secreto, claro, pero que un amigo me envíe fotos de una excursión por Andalucia donde aparecen elementos japoneses alertó mi naturaleza curiosa. Y así me enteré de lo que ahora os relato a vosotros, por si os pica el interés también.
Al parecer, en octubre de 1614 una notable delegación, con un samurái llamado Hasekura Tsunenaga a la cabeza, asomó por el Guadalquivir para establecer relaciones comerciales con España (potencia hegémonica del momento para fastidio de ingleses, franceses y holandeses) y Roma. Fue recibida en Sanlúcar de Barrameda por el duque de Medina Sidonia, quien la trasladó a Coria del Río a la espera de «hacer una entrada triunfal» en Sevilla, la cual, según las crónicas, resultó tal cual se esperaba, un éxito.
Sin embargo, como a Hasekura lo que le interesaba era la corte, se trasladó a Madrid con un buen puñado de hombres. Los que se quedaron debieron sentirse super a gusto porque, cuando la expedición regresó con intención de retornar, siete años después, dijeron que nanai. Se les sumaron otros cuantos que tampoco debían tener muchas ganas de volver a Japón, lo cual se entiende porque la expedición resultó un fracaso. Según se dice «bajo cuerda», lo que querían comprar eran buques y armas pero ni el rey de España, Felipe III , ni el Papa Paulo V, estuvieron por la labor de negociar con ellos. Entre otras razones, el shogun Tokugawa acababa de prohibir el cristianismo en Japón y decretado la expulsión de los jesuitas, o sea que muy propicia no resultaba la empresa. Ya sabemos que, en aquella época, lo de la religión se lo tomaban muy a pecho. Bueno, y en esta también, ¡qué comentario más tonto!
Pero vamos, que el pobre Hasekura regresó de vacío, eso sí, bautizado. Ignoro si como condición sine qua non para presentarse ante el Papa o por verdadera devoción. Sin embargo, como buen samurái volvió a darle cuentas de sus intentonas al shogun y este no lo decapitó. Quizá se apiadó de su mal aspecto porque lo cierto es que murió un año después de algún tipo de enfermedad.
Para los muy interesados, recomiendo la página https://www.apuntesdehistoria.net/embajada-keicho/
Por supuesto, los que se quedaron en España se mezclaron con los andaluces , que nunca hemos sido los españoles de hacer ascos al asunto de "pelar la pava". Empezaron a nacer corianos con ojos achinados y proliferó el apellido Japón. Si hacemos caso a La Vanguardia, en un artículo refiere que unos 400 corianos descienden de aquellos vínculos. No está mal, en una población de casi 30.000 habitantes.
Aparte de la habitual invasión de japoneses en forma de turistas, en 1992 una delegación acudió expresamente a Coria para regalar a la ciudad una estatua de Hasekura y en 2013, el mismísimo príncipe heredero de Japón visitó la localidad y plantó un árbol junto al monumento. El equipo de rugby de la localidad se llama Samurais en recuerdo de dicha visita ( cito a Wikipedia).
Si me decís que este artículo no ha sido interesante...pues vale, respetaré vuestra opinión, pero a mí me ha parecido un estupendo regalo cultural compartir con vosotros mi apasionada investigación como reinicio de temporada del blog.
Gracias por leerme y bienvenidos a tintadreams.














5 comentarios:

  1. Siempre es interesante aprender cosas nuevas.
    Gloria

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  2. El artículo es muy curioso y original Me parece muy interesante que nos descubras historias que desconocemos a través del blog, Merche. A mi me encanta descubrir cosas nuevas 😘😘😘

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  3. A mi tambien me gusta.

    Angy

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  4. Jajajaja... conozco a alguien que te agradecerá que hagas publicidad de su pueblo. Besos.

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  5. Gracias a todos por vuestros comentarios. Es un placer para mí retomar los artículos del blog y mantener contacto con todos los que me leeis. Espero no defraudar vuestras espectivas.
    Y tú, Juan Carlos, gracias por proporcionarme un atisbo de información. Saludos a tu amigo.

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