"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 7 de febrero de 2019

Goyas 2019


Confieso que me divertí en los Goya. Y eso que me senté frente a la televisión con cierta precaución.El año pasado se me atragantaron. Resultaron zafios a más no poder. Pero Buenafuente tiene esa manera de decir las cosas que provoca la sonrisa, si no la carcajada, por su sarcasmo. Imitó a Groucho Marx y lo bordó, pero claro, él no tiene nada que envidiarle al cómico americano. Se nota que soy seguidora del catalán ¿no? En efecto. Cataluña produce delicatessen igual que el resto de CCAA y los cómicos se les dan especialmente bien ( no voy con segundas; esta vez no me refiero a los políticos).
Silvia Abril estuvo a la altura de su dúplice pareja y condujeron la gala con más altos que bajos. Las voces de Rosalía (maravillosa su interpretación de una de mis canciones favoritas, “Me quedo contigo”), Amaia, Rozalem, Judit Neddermann y la interpretación de James Rhodes aportaron un ingrediente que aplaudo, darnos a conocer las canciones nominadas en directo en vez de envasadas…
Valiente la plana mayor de Carmen y Lola, por tratar el asunto de la homosexualidad femenina en la etnia gitana, así como el discurso de su directora, Arantxa Echevarría. Y ¿por qué no decirlo también? La presencia de Maxim Huerta ofreciendo un toque de humor a su meteórica carrera ministerial dando paso a los cortos.
La única crítica que pongo a los Goya es que sólo un breve palmarés de películas se lleven los premios. No lo entiendo. Si la producción es tan grande, ¿por qué no se reparten entre más títulos? Hay muchas que me han gustado y se han quedado fuera de las nominaciones. El público somos bastante borreguil, vamos a lo hecho, así que veremos las que nos ofrecen las carteleras y las críticas...Quizá por eso se ve poco cine español, siendo tan bueno como el de otras nacionalidades.
Muy feliz con el triunfo de Campeones, a quien ya dediqué un artículo. No por ñoñería ni falsa sensibilidad sino porque aborda un mundo que tenemos al lado y no queremos reconocer, a no ser que nos ataña de forma directa ( como todo, por otro lado). Me gusta que se dé visibilidad a los hasta ahora “desheredados de la tierra”: enfermos, mujeres, niños. Además, trabajaron tan bien que se merecían llevarse esa alegría. Aún no he visto El reino, pese que ardo en deseos de hacerlo porque Antonio de la Torre es un actor como un piano, pero que se llevara mejor peli el tema de políticos corruptos hubiera sido como una continuación del telediario.
También reivindico que los cortos lleguen al público de las pequeñas ciudades. Algunos tienen una pinta estupenda pero sería un milagro que pudiéramos visionarlos. Y lo mismo con los documentales. Aún conservo lista de espera de los del año pasado.
Poco más. Agradecer a la Academia que sepa renovarse. Breve pero contundente la reflexión de su presidente, Mariano Barroso. Aplausos desde mi blog.
Una última reflexión: veamos cine español. Sí, hay pelis malas, pero también las exportan los americanos y nos las tragamos a saco.Las hay buenas. Y muy buenas. Quedémonos con esas.

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