"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 20 de junio de 2019

Los jóvenes del Valdés.

Los que me seguís ya sabéis que formo parte del jurado que otorga el premio Castelo a la trayectoria periodística y de la comisión lectora del premio de periodismo Francisco Valdés. Es un honor que la concejalía de cultura me ofrece y que yo agradezco poniendo en valor todo lo que allí tratamos.
Este año el asunto ha estado pelín controvertido con la modalidad A del Valdés, la que premia a periodistas en activo, pero no es de esa de la que quiero comentaros porque recibe sobrada publicidad en los medios. Quiero contaros lo increíble que es premiar a chicos jóvenes que presentan sus trabajos con una ilusión bárbara, que se emocionan al recoger un premio como si fuera un Oscar, aunque sus textos apenas vayan a obtener difusión. Es por eso que me comprometí a darles visibilidad y os quiero contar.
Este año, 2019, la modalidad juvenil ha recaído sobre Belén Jiménez Postigo, de 19 años, estudiante madrileña de la Universidad Rey Juan Carlos. Presentó y defendió valerosamente ante el público asistente, su investigación “ La enfermedad del olvido: el Alzheimer”. Nos contó cómo, sin tener en su familia la problemática ni conocer a nadie con dicha enfermedad, se le ocurrió investigar los por qué, cómo , dónde, desde cuando… Y se lanzó a interpelar a profesores, profesionales de la sanidad e incluso neurólogos de prestigio. Que alguien tan menudo expusiese con semejante pasión sus descubrimientos, nos alentó a los demás a creer en el futuro de la juventud, a confirmar la idea de que el periodismo, aún con los avances que los tiempos imponen, está vivo y coleando. Que esta gente no va a permitir que el derecho a estar informados se nos coarte. Porque si brillante fue Belén, no se quedaron atrás sus compañeras de audiovisuales, las extremeñas Cristina Sánchez e Isabel Quijada Hernández. Ellas presentaron “La apuesta de tu vida”, un trabajo de denuncia de cómo las casas de apuesta han inundado nuestras calles, nuestras vidas, y se han convertido en algo tan natural como el mobiliario urbano. Lugares donde acceden jóvenes que se convierten en ludópatas, una de las mayores amenazas del futuro. Si ya es grave hoy , mañana será tremendo. Gente enganchada a una máquina, a una pantalla que te extorsiona sin que ni siquiera lo notes, una comedura de tarro tan peligrosa que arruina vidas y economías. Puedes pillarlo en You tube y te pasmará ver hasta qué punto han profundizado estas chicas en el asunto.
Si algún editor me lee, que no lo dude. Esta gente tiene gancho asegurado. 
Para mí es un orgullo conocerlas.


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