Cualquier
enamorado de la pintura podría expresar sin lugar a duda que nos
hallamos ante dos cuadros impresionistas, pero ¿podrían decir el
nombre de sus autoras? Es difícil no soltar Renoir, Manet, Degas..
delante de sus obras maestras; sin embargo, para reconocer la
maravillosa “Mujer arreglándose” de Mary
Cassatt
o “El espejo de vestir” de Berthe
Morisot, por
poner dos simples ejemplos, hay que ser más que entendido...( yo,
desde luego, las he sacado de mi álbum de recortes y eso que tengo
dos volúmenes de pintura impresionista...en los que no aparece ni
una sola mujer) Estamos hablando de finales del XIX, por Dios! Y ni
aún entonces las mujeres ocuparon el lugar que se merecían. Puedo
“chivaros” que merece la pena conocer a Eva
Gonzalés
o Marie
Bracquemond
también... Fantásticas pintoras que se vieron despreciadas por sus
propias familias ( algunos miembros pintores) y sus compañeros
contemporáneos ( Si vais a “imágenes de Google”, la información
es asombrosamente bella)
Cambiando
de tercio, evocando
a la frutada
aspirante a trabajadora de prisiones que fui, he de traeros a esta
página la figura de Concepción
Arenal,
la magnífica gallega que se disfrazó de varón para estudiar en la
universidad, aprendió idiomas de forma autodidacta, creó una
asociación para construir casas para obreros y pobres y, sobre todo,
quien llegó a ser la mujer más experta en temas penitenciarios de
Europa tras ocuparse de visitar las prisiones y mejorar sus
condiciones, valorando sobremanera la importancia de la educación
para dejar de delinquir.
Mujeres
disfrazadas de hombres tenemos muchas ya que no hubo otro modo de
hacer públicos sus conocimientos. Fernán Caballero era
Cecilia Böhl de Faber,
y también fueron féminas George
Sand o
George
Eliot,
entre otras escritoras.
Durísima
me parece la historia de Henrietta
Faber,
una cubana que trabajó como doctor en La Habana pero tuvo la mala
suerte de enamorarse y querer contraer matrimonio por lo que al
descubrir su identidad fue condenada a diez años de cárcel. ¿Os
imagináis chicas médicos del mundo lo que supuso aquella época?
Precisamente cuando la mujer ha sido la más antigua precursora de
estos estudios, bajo la titulación de sanadora, curandera o “bruja”
, eso sí.
¿No
resulta penoso que Einstein, Premio Nobel, jamás mencionara a
Mileva
Maric
cuando fue su ayudante más cercana y parte fundamental ( si es que
en realidad no fue la autora) en el descubrimiento de la teoría de
la relatividad? A él lo estudiamos en los libros de Ciencias. De
ella no conocemos ni el nombre.
En
semejante artículo no puedo dejar fuera a Emmeline
Pankhurst
( jo, con el apellido)
, sus hijas y sus fervientes seguidoras, creadoras en 1903 de la
Unión Social y Política Femenina en Inglaterra; las primeras
sufragistas
,las cuales por pedir su
derecho a
ejercer el voto
fueron encarceladas. Aunque para mí, declarada entusiasta suya,
prefiero que las españolas nos quedemos con Clara
Campoamor.
Mujer
valiente donde se preciara, que luchó contra los elementos de su
propio partido ( algunos incluso femeninos) porque no consideraron
que había llegado el momento...El sufrimiento y la lucha de esa
mujer merece un altar, y si no lo creéis, existe
por ahí un fantástico episodio de TVE que lo atestigua ( para mí
se derrumbaron con él viejos mitos del partido socialista, hombres
cobardes que después han pasado a los anales de la historia como
destacados dirigentes; Ja! Pensamos que es cosa de ahora y ya desde
antiguo las traiciones y los tejemanejes se cocían entre todos
ellos) Pero
logró
su objetivo en 1931.
Si
alguien se amosca porque critico a los hombres de izquierda lo
siento, pero es que con los derechas no me puedo meter; sus mujeres
sí que son inexistentes, excepto en asuntos de caridad y labores
sociales que más tenían de limpia conciencias que de
humanitarias... A cada uno su ración de verdad. Además, los que me
duelen son los “progresistas”, los que deberían luchar codo con
codo con las mujeres como iguales, no usándonos como “buena imagen
pública” ; del resto no espero más de lo que dan.
Terminaré,
porque esto podría ser eterno, con un personaje de novela ( la hay,
según parece, en francés):
Christine Granville.
Una condesa polaca que se convirtió en la mejor agente de los
servicios secretos británicos durante la Segunda Guerra.
Se
me hace la boca agua leyendo su biografía, cómo saltaba en
paracaídas, atravesaba montes esquiando para infiltrarse en otros
países, combatió con la resistencia...¡Vamos, que si existe la
reencarnación me la pido para haber sido yo! Tuvo tórridos romances
y se movió en un mundo de hombres con la intrepidez que la época le
permitió...¡Y luego dicen de las heroínas de novela que son
exageradas...! Mi Gabriela Velasco de “Saudade” ( ya la
conoceréis en el futuro) se queda en pañales al lado de semejante
mujer...
Hubo
muchísimas durante la contienda: aviadoras, esgrimistas,
tanquistas, francotiradoras...Ya os digo, personas combatiendo contra
el mal al mismo nivel que los hombres. ¿Las conocisteis? Pues no,
pero estuvieron.
Me
he dejado en el tintero de este “Sueños de tinta” que es mi blog
cientos de historias pero cuento con haberos abierto el apetito de
investigar y animaros a dar la cara por ellas; por esas mujeres que
pusieron los cimientos de lo que hoy disfrutamos.
PD:
Las europeas, americanas, australianas y poco más. Recordemos que la
mujer sigue ninguneada en Asia y África, e incluso , para qué
engañarnos, en muchos lugares de estos supuestos mundos ricos donde
vivimos... No desfallezcamos... Sigamos enarbolando orgullosas la
bandera de nuestro género.