Que el dolor ajeno
consuele el nuestro,
que la felicidad del resto
nos saque una sonrisa ,
que siempre veamos en otros rostros
los sentimientos que esconden
porque tras toda fachada
se escuda un corazón.
Cuando la imaginación se niega a a dar frutos y el cansancio hace mella en el cuerpo, es inútil intentar lo imposible.
Os espero el próximo jueves con las baterías cargadas. Gracias por vuestra paciencia.