"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 8 de junio de 2023

NO ESTAMOS PARA ESO...


 

Hoy, 7 de junio, me despierto con esa frase de Feijóo, a la que suma las «lindezas» de: fuera la Ley de Memoria Histórica, la Ley Trans, y ya veremos qué pasa con Eutanasia, Igualdad y Reforma Laboral.

"Voy a derogar la mentira, el engaño, la soberbia, el sectarismo y, por tanto, el sanchismo", afirma el líder del PP.

En realidad, todo se reduce a eso, al «sanchismo» como él lo llama. Revancha, pura y dura.

Porque, a ver, señor Feijóo, los españoles que defendemos la memoria histórica no son los de Bildu, no se equivoque, somos muchos. ¡Muchos!, tengamos muertos enterrados en fosas o no. Porque es una cuestión de justicia social, simplemente. Yo no tengo ninguno, pero conozco gente que sí, y me duele su dolor porque soy solidaria, empática, cosa que usted ni sabe qué significa. Ni usted ni los que opinan como usted.

Se han pasado todos estos años de «sanchismo» rechazando apoyar leyes que ayudaban a los ciudadanos, algunas veces olvidando incluso, promesas que hicieron. «Obligaron» al gobierno a pactar con nacionalistas y «perroflautas» como les encanta llamarles. Juraría que el pecado de omisión no descarta la pena. Y ustedes han omitido con avaricia. No han pensado en la ciudadanía, jamás. Sólo en rascar votos de los radicales. Y, por desgracia, parece que les va bien, sino no se comprende lo de Ayuso en Madrid, pero bueno, que cada uno asuma sus decisiones.

Un obrero votando a la derecha más radical solo se comprende con el desengaño y en eso, en explicarse mal, sobre todo, sí han tenido la culpa las izquierdas. ¡Qué triste, hablar de derechas e izquierdas en el siglo XXI! Pero parece que es el único lenguaje que se entiende.

Parece que desenterrar muertos de los rojos se les atraganta a los azules. Mala suerte. Pero en democracia, son tan ciudadanos unos como otros. Y «los rojos» todavía no descansan en paz.

Por otro lado, mujeres de España, ganada la paridad ( en ley, que no en efectivo, pero en ello se estaba), corremos el riesgo de perderla. A las «chicas»del PP que curran en política no parece importarles. Sin duda, ellas no tienen problemas de guarderías, ni de trabajo doméstico ni de llegar a fin de mes. Las demás, Sí. Y son millones. ¡Somos millones! Mujeres embarazadas, mujeres con acoso sexual y laboral, mujeres con problemas de salud… Somos muchas, insisto. Pero no les importamos lo más mínimo.

¿La ley Trans? ¡Por dios, degenerados que no saben lo que quieren! Hablamos de salud mental y qué bonita parece; esa, si no profundizamos, igual sí la incluyen en su programa electoral. Con lo cual demuestran no tener ni puñetera idea de lo que implica, porque un elevado número de depresiones e intentos de suicidio tiene que ver con gente que no se reconoce en su cuerpo.

¿Por qué tenemos que atacar lo que no conocemos o no nos gusta? Las leyes NO OBLIGAN, PROTEGEN.

Yo no cogeré a nadie por el cuello y le exigiré que me aplique la eutanasia; pero aceptaré, gustosa, que me dejen morir en paz cuando lo solicite.

Mi cuerpo es mío, señores políticos, mío y de nadie más. Para engendrar, para mantener relaciones sexuales y para morir.

Como ciudadana, jamás podré votar a partidos que vayan contra mi persona.

Por favor, reflexiona y ve qué es lo que quieres tú.


PD: No seas iluso/a/e, ningún partido nos va a representar al cien por cien. Pero alguno habrá que se acerque a tus anhelos.

jueves, 25 de mayo de 2023

SI NO ACTÚAS, NO CRITIQUES

 

Imagino que este artículo lo van a leer tres o cuatro personas, pero por si no fuera así, prefiero dejar constancia de mi pensamiento. No es más o menos certero que el vuestro, pero cada cual debe defender sus creencias; sobre todo, en una época en la que las mujeres hemos conseguido grandes avances y hay gente empeñada en hacernos retroceder. No comprendo que se aplauda a un partido que invita a las mujeres a «volver a sus orígenes ( la casa y los hijos)», que expande la idea de que las mujeres tenemos desatendida a la familia para dar prioridad al dinero ( se nota que ellos lo tienen de sobra) y no entienden que la independencia femenina es lo que nos da valor como personas, independientemente de ser madres o esposas.

Esos partidos que consideran que defender una ley con derecho a abortar, a pedir la eutanasia es un pecado capital. La pura verdad es que la ley es para todos «los que quieran hacer uso de ella», no es un arma hitleriana obcecada en matar.

Insisten en el ataque a los migrantes, cuando son los que nos están librando de tener una pirámide de población envejecida y los que, para más inri, desempeñan los trabajos peor remunerados que los demás no queremos. No dejemos que nos engañen, no nos quitan el trabajo, nos quitan «esos» trabajos que los del primer mundo consideramos denigrantes y mal pagados, porque nosotros somos ya «ciudadanos de primera».

Ciertas empresas nos meten el miedo en el cuerpo, consciente o inconscientemente, con su venta de alarmas, dándonos a entender que vivimos en un mundo inseguro. Por supuesto que hay situaciones desagradables, pero no somos México, ni Honduras, ni tantos países donde sus habitantes viven amenazados por la violencia real. Hay barrios donde la convivencia puede ser difícil por la multiculturalidad de sus habitantes, pero yo he vivido situaciones indeseadas con población española, donde la urbanidad no estaba por ningún sitio.

Es muy fácil echar la culpa de «nuestros males » a los políticos de turno; sin embargo, el escaso uso de ciudadanía, la soberbia de creernos más que otros, la falta de educación, la tendencia a creer y propagar las noticias sensacionalistas, que tantas veces son mentira, y otros defectos sociales, deberían calar en nuestras mentes para, a la hora de meter el voto en la urna, decidir si lo que votamos es progresar o anclarnos en errores del pasado.

Soy una mujer de izquierdas, los que me conocéis lo sabéis de sobra, y no estoy nada feliz con los gobiernos que hemos tenido hasta el momento ( han sido pusilánimes y cobardes, conservadores para no perder sus prebendas) Con todo, prefiero mantenerme a este lado que virar hacia una derecha que miente con descaro, no apoya a proyectos innovadores por no dar su brazo a torcer y pretende que me den miedo otros ciudadanos de mi país.

Clara Campoamor luchó denodadamente en 1931 para que las mujeres pudiéramos votar, enfrentándose incluso a otras mujeres de su partido...No defraudemos su trabajo siendo pasotas o indiferentes en las próximas elecciones. Sólo si votamos, tenemos derecho a estar contentas o enfadadas después.

Si dejamos la política en manos de otros, nos afectará en la educación, la sanidad, los impuestos, los derechos cívicos y muchas cosas más. La política no es cosa de los políticos, es la única oportunidad que tenemos de dejar oír nuestra voz.


jueves, 11 de mayo de 2023

YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ

 

Me prometí dejar constancia de ese momento, del cosquilleo en las piernas y en el estómago mientras aguantaba de pie a que pronunciaran los nombres de toda la gente que iba delante de mí, sintiendo el corazón a mil por hora viendo tantas y tantas personas buscando lo mismo que yo. Anhelando un trabajo que yo quería para mí.

Había señores mayores, madres de familia, empleados descontentos con sus puestos, parados de larga duración, jóvenes con derecho a soñar un futuro esperanzador… Y yo estaba allí, sin tener demasiado claro por qué me había empecinado en obtener esa plaza.

Tuve el lujo de ir acompañada con compañeros/ amigos que nos dábamos apoyo aunque todos buscáramos lo mismo, pero también vi mucha gente solitaria, nerviosa, con la mirada huidiza, detectando en los demás solo una cosa: competencia.

¡Qué asco es participar en unas oposiciones! Te juegas todo a la suerte si has estudiado, compites con gente a la que quieres, a la que deseas lo mejor, te preguntas qué habrá llevado al resto de opositores a estar allí, sufriendo como tú, preguntándote si ellos lo necesitan más que tú.

Y luego te enfrentas a un cuestionario que no esperabas, que no va a dejar constancia de todo lo que te has esforzado porque es ambiguo y desconcertante.

Te duele la cabeza por el calor, por los nervios, por las dudas.

Y sales de allí con la sensación de estar más perdida que cuando entraste y con cierto sabor a hiel en los labios.

Si has opositado, seguro que me entiendes.

jueves, 27 de abril de 2023

LOS ABRAZOS

 

Dar un abrazo a alguien, si lo hacemos de corazón, es mucho más que un simple gesto. Es poner tu cuerpo y tu alma al alcance de quien abrazas, es un traspaso de magia en forma de cariño. Hay muchos tipos de abrazos, tantos como personas somos, pero lo importante es la transmisión de sentimientos, de decir «estoy contigo» «cuentas conmigo».

Hace unos días, un amigo muy querido me pidió un abrazo. Me confesó que era un ademán que echaba de menos en su vida. Ni que decir tiene que se lo di; algo confusa, lo admito, porque yo no había pensado sobre ello. Para colmo, anoche vi en una película cómo un anciano se lo rogaba a la protagonista y volvió a chirriarme algo por dentro.

¿Somos la gente de hoy día tacaña con nuestros abrazos? Ojo, no digo los de cortesía, me refiero a «los de verdad». ¡Qué triste me parece que haya personas que queremos y a la que no se lo demostramos con un gesto tan natural como es envolverla con nuestros brazos y acercarla hasta nuestro pecho, compartir la misma respiración unos minutos y sentir la firmeza de su hombro!

Propongo que hagamos un ejercicio de buena fe, que seamos conscientes al estar con alguien de si necesita ese apoyo o, simplemente, si le haríamos más feliz con tan simple guiño, y hagámoslo.

No cuesta dinero, no implica un compromiso, no tiene que ser forzado.

Ofrece un abrazo hoy, si me estás leyendo. Quizás arranques una sonrisa, quizá entibies el espíritu de alguien, quizá… quizá te sientas tan reconfortado tú al darlo como quien lo recibe.