OS DESEO UN FELIZ VERANO, PETADO DE DESCANSO Y LECTURAS.
NOS VEMOS EN SEPTIEMBRE.
Si tuviera que definir a Sira con un solo adjetivo la calificaría de inquieta, pero es complicado no añadir, además, preciosa y cariñosa. Es un animal grande, de pelo abundante, negro y blanco. Su raza es Border Collie.
La expresión de sus ojos es humana; lo mismo brilla con emoción que se apaga si la riñes o te ve triste. Tiene la obsesión de lamer lo que pilla a mano para demostrar su cariño; al principio sentía miedo de sus dientes afilados, pero con el tiempo sé que es incapaz de morder, a no ser que esté muy enfadada. Además, es miedica. No le gusta socializar con otros perros, parece sentirse más cómoda entre las personas. Le flipa perseguir conejos y pájaros, pero no les ataca, simplemente les asusta. También resulta bastante tragona, y si se trata de chucherías, te contempla incansable, con ojitos de pena, hasta que cedes y le das alguna. Como animal de defensa no vale un pimiento, pero tiene un corazón de oro y, si te ve triste, no se separa de tu lado.
Nunca pensé que un perro me causara tantas emociones, pero lo cierto es que, sin vivir con ella, la quiero mucho.
Esta descripción la escribí como ejemplo para mi taller de escritura. Las participantes realizaron un trabajo espléndido, emotivo y bien redactado. Las invito a publicarlo también. El amor a los animales es algo que casi todos sentimos y deberíamos expresar más; creo que amar a los animales resalta nuestra humanidad.
Sira es de mi sobrina Elena, pero todos en mi familia la sentimos nuestra.
Diréis, y con razón, que de dónde he sacado esa idea tan trasnochada para escribir un artículo, pero os recuerdo que soy escritora de romántica — a mucha honra — y que, además, soy maestra, con lo cual considero que un poquito de cultura floral antes de que termine la primavera, no nos viene mal. Espero que algún avispado caballero lo lea y sepa seducir a su amada como , sin duda, ella merece. ¡Jo, cada vez hay menos tíos sensibles! Las chicas no queremos empalagosos ni piropeadores, pero a ninguna nos molesta recibir ciertos detalles.
Eso sí, no metáis la pata al comprar flores. Para vosotros, esta guía súper práctica (tampoco pasa nada por terminar la estación con buen humor).
Debéis saber, en primer lugar, que este lenguaje existía en Turquía antes del siglo XVIII que es cuando una inglesa de postín — cómo no — lo importó a Europa.
NOMEOLVIDES: fidelidad y amor imperecedero.
NARCISOS: caballerosidad, respeto. También cuando un amor no es correspondido ( ( no escribas un wassap, manda flores y la/le dejarás con la boca abierta)
MARGARITAS : su nombre viene del latín, significa «perla» y representan la candidez la inocencia ( tiene poco futuro, me temo)
CAMELIA : admiración, gratitud, buena suerte.
ROSAS : amor verdadero.
VIOLETAS : «te seré siempre sincero» ( si queréis hacerme un regalo, es mi preferida)
CLAVEL : ¡ojo, cuidado con el color! Amarillo: rechazo, desilusión; rojo, admiración.
AMAPOLA: la silvestre, la que coges del campo sin más, significa «consuelo»; la roja, placer; de la blanca te olvidas, porque es de la que extrae el opio.
TULIPÁN : este también viene complicado, no confundas el color: rojo, amor verdadero; amarillo, «olvídame» ; blanco, «te perdono»; púrpura , «eres una reina» o un rey, claro, depende de quien regale; jaspeados, «me encantan tus ojos»
Los tulipanes son tan importantes en la economía holandesa que en el siglo XVII originaron una crisis financiera; su precio era tan alto como el del oro.
GIRASOL: adoración, lealtad, orgullo, nobleza de pensamiento.
¿Sabías que viene de América latina? Las primeras semillas las trajeron los conquistadores de México y Perú.
Aquí lo dejo. Tengo un listado enorme con anécdotas de estas y otras plantas, pero me conformo con haber despertado vuestra curiosidad.
¡Venga, vamos, no hay mejor regalo que un ramo bonito!
Amanecemos con una buena noticia: el gobierno español reconocerá al Estado de Palestina. No sabemos muy bien cómo repercutirá esa declaración en beneficio del pueblo palestino, dado que el gobierno de Israel ( ojo, su gobierno, no su nación) sigue adelante con el genocidio y además, amenaza a cualquier país que apoye a sus declarados enemigos. Es sangrante que un miembro de Naciones Unidas se permita amenazar de ese modo a otros por el simple hecho de defender los Derechos Humanos que ellos están incumpliendo con la mayor hipocresía e impunidad. Desde mi punto de vista, más incomprensible aún es que el resto de países de la Comunidad Europea lo permita. Alemania le debe muy poco a Israel, teniendo en cuenta que el holocausto lo está repitiendo Netanyahu sin el menor remordimiento, por lo tanto, me parece absurda su abstención de crítica.
Si algo puede dejarnos marcados para siempre en el futuro será haber contemplado el genocidio de un pueblo sin haber dado ningún paso para impedirlo.
Por suerte, mucha gente de bien hemos alzado nuestra voz para reclamar a nuestros gobiernos una postura crítica. Después debería venir la de intervención, porque de algún modo hay que parar al gobierno de Israel. No digo de montar una guerra, por supuesto, sino de medidas severas de aislamiento político y comercial de dicho país. Para ello será necesaria la declaración contundente y definitiva del resto de estados europeos.
Si con estas palabras puedo llegar a personas de distintos países, os ruego que insistáis. Por el momento, España ha dado un paso. Es una victoria mínima, es verdad, pero una victoria, a la que aplaudimos todos los que nos manifestamos en calles y plazas por la libertad del pueblo palestino.
Recordemos que los grandes logros se han logrado tras la lucha y la unión. Si no están atentos, serán tan culpables los que callaron como los que ejecutaron.
Se sentía terriblemente solo; en su interior notaba la ausencia de no sabía qué. Oteaba el horizonte de montañas y llanuras, deseando captar alguna presencia que le explicara el porqué de su tristeza. Pero nada le llamaba la atención, ni las nubes, ni los rayos del sol incidiendo en el agua ni la sensación del viento en sus escamas.
Una mañana olfateó el aire y le pareció percibir un olor desconocido. Siguió la pista y tras mucho volar, encontró un ser extraño, peludo y pequeño. Vio como se encogía primero y se escondía después. Le resultó divertido.
Regresó a su guarida y, desde ese día, cada mañana amaneció con la esperanza de reencontrar a ese ser. Había animales en la zona, pero ninguno como él, que se desplazara sobre dos patas. Lo sobrevolaba a diario, pero siempre se escondía.
Una mañana, decidido a saber más de él, aterrizó y lo observó de cerca. Era una criatura solitaria. Quizá podrían hacerse amigos. Sin embargo, en cuanto lo tuvo a pocos metros, el diminuto se sintió amenazado y le lanzó un palo afilado; él, por instinto, lo carbonizó con una sola llamarada.
Muy triste, regresó a su refugio, mascullando por la maldición de no poder controlar su fuego.
Pocos días después, una lluvia insólita de pedruscos bajó del cielo y los árboles empezaron a arder y el aire a enrarecerse. El dragón no sabía qué estaba pasando; empezó a toser y sus fuerzas disminuyeron. Su último pensamiento fue para la criatura diminuta que había calcinado y anheló que hubiera otro universo donde las cenizas formaran un mundo nuevo, de amistades compatibles, fueran de dos o de cuatro patas.
Personalmente, me da igual que sea abril u otro mes, necesito tener un libro en las manos a diario, pero me consta que no todo el mundo comparte mi obsesión. De todas formas, aprovecho esta época de lanzamientos y de ventas en Semanas y Ferias para recomendaros dos de los que más disfruté.
Con Nora Ephron y su «No me gusta mi cuello» me he sentido tan identificada que se lo he recomendado a todas mis amigas. Rejuvenece una dándose cuenta de que no es un bicho raro, de que hay otras mujeres que sienten y sufren por las mismas cosas que tú. Comprendes lo absurdas que son y te ríes de ti misma. ¡Una gozada!
De muestra: Prefiero mil veces ver esta cara y este cuello lamentables cuando me miro de reojo en un espejo que enfrentarme a una desconocida con una cara sospechosamente parecida a la piel de un tambor.
«Los puntos sobre las íes» me llamó, cual canto de sirena, desde la mesa donde estaba expuesto. Es de una autora de la que nunca había leído nada, Iris Borda, aunque ya tiene bagaje en esto de la literatura feminista. Son sólo 13 poemas, ilustrados por una espléndida Inés Bocanegra ( que tampoco conocía). Doy gracias a la editorial extremeña La Moderna por su publicación y por regalarme tan buenos ratos.
Como muestra un simple verso: Me gusta estar sola, porque estando sola sé quererme.
¡Qué liberación! Cuánta verdad en unas palabras. A las mujeres nos han educado para ser compañeras, cuidadoras, guías...pero nunca nos enseñaron a mimarnos; al contrario, nos tildan de egoístas si buscamos un respiro. ¡A hacer gárgaras! Si no nos cuidamos y nos queremos, jamás daremos lo mejor de nosotras mismas.
Ninguna de esas autoras me ha dicho nada que no supiera ya, pero leerlas me ha ayudado a reafirmarme en mis pensamientos. Por si también os sirven, ahí lo dejo.
PD: También os recomiendo las novelas de Mercedes Gallego para comprar y regalar estos días. Lo cortés no quita lo valiente.
¡ Feliz lecturas!
Ojalá esta canción de J.M. Serrat nos calara hondo, nos encendiera la cara de vergüenza por no hacerla nuestra y removiera los duros corazones de los que hacen sufrir a los más débiles. Siguen despertándome los gritos de los inocentes, el dolor de las absurdas guerras y me muerdo las uñas de impotencia por no saber cómo ayudar. Esta es mi pequeña contribución, para que tanta impiedad no caiga en el olvido.
TE GUSTE O NO.
Puede que a ti te guste o no,
pero el caso es que tenemos mucho en común.
Bajo un mismo cielo, más
o menos azul,
compartimos el aire y adoramos el sol.
Los dos tenemos el mismo miedo a morir,
idéntica fragilidad,
un corazón, dos ojos y un sexo similar
y los mismos deseos de amar y que alguien nos ame a su vez.
Puede que a ti te guste o puede que no,
pero por suerte somos distintos también.
Yo tengo una esposa, tú tienes un harén.
Tú cultivas el valle,
yo navego la mar.
Tú reniegas en swahili, yo en catalán.
Yo blanco y tú negro como el betún.
Y fíjate, no sé si me gusta más de ti lo que te diferencia de mí
o lo que tenemos en común.
Te guste o no,
me caes bien por ambas cosas.
Lo común me reconforta, lo distinto me estimula.
Los dos tenemos el mismo
miedo a morir...
Cuando era joven no malgastaba mi tiempo en pensar cómo sería hacerse mayor. Había gente a mi alrededor que lo era y daba por descontado que debía ser muy triste llegar a cierta edad y pensar que te quedaban pocos años por delante para cumplir tus sueños.
Escuchaba a mi madre decir que no sabía quién era esa mujer que había al otro lado del espejo cuando ella se miraba. Yo me reía, pero no podía entender hasta qué punto eran ciertas sus palabras. Ahora sí. Cuando me miro en el cristal y pestañeo porque no sé cuando fue que se me descolgó la cara, que se arrugó el cuello, que se clarearon las cejas… porque me siento fresca por dentro, alegre, llena de fantasías y de planes por cumplir. Opino que la vida es para beberla a tragos largos, para zambullirse en ella y nadar contracorriente si se pone pesada, pero sin detenerse. Me siento tan joven como la de aquel entonces. Pero no lo soy, evidentemente.
Es lógico admitir las dificultades del camino: los dolores de las articulaciones, la mala circulación, la menopausia o el mal dormir; pero siendo solo eso, a mi edad, me puedo dar con un canto en los dientes. Soy una privilegiada, pese a que no reconozca a esa señora del espejo, como le pasaba a mi madre.
Por suerte, las mujeres de esta época podemos saborear la vida en vaqueros y con el corte de pelo que nos dé la gana; siempre y cuando no nos afecten demasiado las etiquetas de «lo que está bien o mal a cierta edad». Debe ser horrible vivir pendiente del juicio ajeno, como esas chicas que se operan a la primera de cambio por unas arruguitas aquí o allá, o esas señoras que se empecinan en no admitir que, la del otro lado, son ellas. Se necesita un consenso entre el reflejo y el ser interior. Con suerte, si hallamos el equilibrio, somos felices.
Estoy en ello.
En un día como hoy, 8 de marzo, en el que las mujeres nos manifestamos celebrando los éxitos sociales y laborales obtenidos y reivindicamos los que nos quedan por conseguir, que son bastantes, sobre todo de libertad efectiva, quiero contar una noticia que leí hace unas semanas y me dejó perpleja.
Se han puesto de moda en las redes sociales, según parece, un tipo de mujeres que se definen a sí mismas como «Stay at Home Girlfriend». Hay una tal Helen, de 25 años, tendencia en TikTok por mostrar su rutina del día a día mientras su novio va a trabajar. Acumula más de 165 millones de visualizaciones. ¡Por enseñar cómo mantiene la casa impoluta y se cuida a sí misma como si fuera una Barbie!
No lloro porque...bueno, no sé por qué, pero que personas así estén ganándose la vida, porque a la hora de la verdad lo hacen, promocionando artículos de casa y belleza, defendiendo lo guay que es «ser una mantenida», pues la verdad...¿Años de lucha para esto? Mujeres golpeadas, encarceladas, subyugadas...¿para que ahora nos vendan al tipo de mujer «en casa y con la pata quebrada»? Joder, qué fuerte.
Un estudio de la Universidad de Stanford sobre el comportamiento de los usuarios en redes, publicado en 2021, concluyó que el contenido que más se viraliza, es decir, el que se vuelve tendencia, es el que viola los valores culturales de las personas. Debemos de tener un punto imbécil las mujeres, sí, para permitir que ese tipo de publicidad se instale en nuestras cabezas y nos sintamos más felices sin currar fuera de casa ( porque dentro sí lo hacen) y dando más importancia a la estética de nuestro físico que a la superior satisfacción personal de ganarse las lentejas una misma, con el sudor de nuestra frente y sin agobiarnos por si somos guapas o feas, delgadas o gordas.
¡Menudo mensaje de sororidad para la juventud!
Mientras mujeres de mi generación mantenemos viva la inquietud por un mundo sin machismo, sin violencia de género, sin estereotipos, hay otras que optan por la «idílica» vida de un ama de casa, como las de las películas americanas de los años 50, que no son sino una falsa fachada que solo puede hacer felices a los hombres; a ciertos hombres, perdón.
Nos pillan a destiempo y sin ser duchas en el manejo de las redes, pero de verdad, algo tendremos que hacer. Callar ante semejante disparate es abrir las puertas al antiguo machismo, ese que ciertas tendencias políticas consideran «lógico y sensato».
Y luego se preguntan para qué nos manifestamos el 8 de marzo...
Acudo con cierto retraso a mi cita quincenal con el blog porque esta semana estoy de los pelos con el I Encuentro de Escritores de la Comarca y, además, he participado de una deliciosa cita con los alumnos de 6º B del colegio Donoso Cortés, en Don Benito. Me convocaron para realizar un trabajo en el que yo sería la protagonista. Tenían que rellenar un mural con los datos de una mujer célebre y, aunque me da pudor que me encasillen en semejante adjetivo, acepté por el placer de volver al centro y conectar con esas personas maravillosas que son los niños.
Doy las gracias a Pilar, la profesora, y a los niños y niñas, de nombres preciosos todos ellos.
Me ilusionó mucho que una gran parte me reconociera de visitas anteriores; a mí me pasó igual. Sus caras me eran familiares de cuando les presenté La aventura de Apagafuegos.
El mural resultó completísimo y ellos ya tenían trabajadas las preguntas así que el tiempo transcurrió sin sentir. Estaban organizados en grupos para cada parte del cartel : infancia, estudios, logros, contribución social, curiosidades, obras y premios. Unos estaban encargados de las preguntas y otros de recoger las respuestas, aunque a la hora de la verdad la participación fue masiva, a mano alzada cuando les picó la curiosidad.
Me ganaron con sus sonrisas y su cariño y les conté anécdotas que pertenecen a mi ámbito privado, pero es que ¡era facilismo hablar con ellos! ¡Me maravilló lo bien que se expresan! Les dije que contaría esa visita en el blog y aquí estoy, cumpliendo mi palabra.
Como maestra es una gozada disfrutar de una clase entregada, como persona y escritora, un lujo haber sido elegida. Espero haber quedado en la memoria de toda la clase como ellos han quedado en la mía. Un abrazo de corazón, 6º B.
SANSÓN CARRASCO
EL CUERPO INMINENTE
Arde, y lo hace por todos sus costados, de norte a sur y de este a oeste, pero ¿ a quién le importa? A los cuatro ilusos que nos manifestamos en las calles del mundo, parece ser.
Hubo un clamor mundial cuando cayeron las torres gemelas y murieron 3000 personas, pero ahora mueren 13000 niños y otros miles más de mujeres y hombres y ¿ a quién le importa? ¡Son árabes! ¿Dónde están nuestras conciencias?
No es el primer genocidio al que asistimos impertérritos, ya lo sufrieron los armenios, los tutsi, los camboyanos, los bosnios...y tantas otras culturas que nos importan un pimiento. Eso, hablando del siglo XX, de los anteriores para qué contar. Los europeos hemos ido de prepotentes por el mundo, haciendo y deshaciendo a nuestro antojo, eliminando pueblos y fronteras cuando nos interesaba.
Es lógico que la Historia se enseñe tan mal. No interesa que se sepa.
Israel es un pueblo de la Biblia, que tuvo su terrenito allá en Palestina, compartido con otros grupos étnicos y religiosos. Esa tierra ha pasado por tantas manos que es imposible precisar al primer pueblo establecido, desde los egipcios hasta los otomanos, pasando por los romanos o los persas… hasta que llegaron los británicos para terminar de fastidiar el cuadro. Estamos hablando del siglo XX. Y aparecen los sionistas, para crear un estado propio porque estaban hartos de vagabundear por el mundo. Pero, ojo, ser judío era una religión no una nacionalidad. Hasta 1948 no se asientan en el territorio, con el beneplácito de Europa, Estados Unidos y Rusia y con nuestra prepotencia católica, apartamos de un manotazo a los árabes y permitimos que se cree un nuevo reino. De ahí a la guerra continua solo hay un paso.
Pero digo yo, si en cualquier territorio viene un pueblo extraño y se asienta en el nuestro y de una patada nos lanza a una esquina...¿nos quedamos tranquilos?
A España la invadió Francia y se armó el dos de mayo. Ya me contarán por qué en Palestina es distinto.
¿Fueron terroristas los españoles?
La Historia es curiosa. Depende de cómo queremos ver las cosas. Pero al menos, seamos críticos.
Hola a tod@s. Sabéis que, cada comienzo de año, comparto con vosotr@s mis lecturas del anterior. En el pasado blog os transmití las de diferentes temáticas, pero como escritora de romántica, también soy una gran consumidora del romance. Y, como dije la vez anterior, hay muchas novelas que no me han convencido o he dejado sin terminar, pero respeto el trabajo de todo el mundo y prefiero señalar solamente las que recomendaría. De las más de ochenta leídas, son estas:
«Tres citas y una mentira» Victoria Vilches.
«No siempre llueve en Asturias» Laura Nuño.
«Una cura para el alma» Marian Orazal.
«El evangelio según John» Norma Estrella.
«El secreto de Pembroke Park» «Un hotel junto al mar» Julie Klassen.
«La pequeña librería de los corazones solitarios» Anne Darling.
«Un amor contra el viento» Susanna Kearsley.
«El chico que amaba los libros» Lily Ross.
«De la A a la Z» Laura Sanz.
« Mi vida en ti» Allegra Alos
«Canciones que te oí cantar en Helsinki» Katherine Vega.
«Una agenda en mi buzón» Paula Molero.
«La doncella del río Luna y el caballero del río Lobos» Elena Bargues Capa.
«El cielo de Kenia tiene otro color » Isabel Keat.
«Te doy mi sonrisa» «Te doy lo que soy » Amy Realto.
«Destino»,»Presagio» «Sacrificio» María Martinez.
«Todos somos el secreto de alguien» Dona Ter.
«Calpurnia» , «Lord Crápula» , « Inalcanzable» José de la Rosa.
«Si el tiempo no existiera» Rebeca Lo.
«Angel de medianoche» Lisa Kleypas.
«Consecuencias de amar a un samurai» Lola P. Nieva.
« Un par de zapatos y un mensaje inesperado» Calista Sweet.
« La librería del señor Livingstone» Mónica Gutierrez.
«Entre las páginas del tiempo» Anne K. Austen.
«Tu voz entre un millón de voces» Mariam Viladrich.
«Finlay Donovan, una escritora de muerte» Elle Casimano.
«Un duque sin honor» Olivia Ardey.
«La danza de las abejas» Eva Soler / Idoia Amo.
«El hombre tras la máscara» Lola Rey.
«La lista de la señorita Newbury» Megan Walker.
«Beauchamp Hall» Danielle Steel.
«Fin de gira» Alina Not.
«Hechizo esmeralda» Eneida Wolf.
Un año más, os cuento las lecturas interesantes que tuve. Las que dejé sin terminar paso de incluirlas porque creo que nadie tenemos derecho a juzgar el trabajo de otros ( 28 nada menos). Simplemente, no eran para mí.
Hay autores que sigo con fidelidad ; unas veces me seducen y otras, no tanto. Me pasó con Reverte y su «Revolución», por ejemplo. Se quedó por el camino.
Estos sí los disfruté:
«El último pasajero» Manel Loureiro.
«Lo que callan los muertos» « Un asesino en tu sombra» « Los muertos no saben nadar » Ana Lena Rivera.
«El lenguaje oculto de los libros» Alfonso del Río.
«El ojo de Eva» Karim Fossum.
«La suerte del enano» César Pérez Gellida.
«El club del crimen de los jueves» «El jueves siguiente» « El misterio de la bala perdida» Richard Osman.
«Progenie» Susana Martín Gijón.
«Matar a un ruiseñor » Harper Lee.
«Intento de escapada» Miguel Angel Hernández.
«El ángel de la ciudad» Eva G.Saenz
«Un bien relativo» Teresa Cardona.
«La prisionera de la cumbre nevada» Cristhian Furquet.
«La mala uva» María Sánchez Mena.
«La huella de la noche» «Angelique» Guillaume Musso.
«Si esto fuera una novela» Pilar Galán.
«El río guardó silencio» Luis J. Esteban Lezáun.
«El nido del cuco» « Verdad o reto» Camila Lackberg.
«Versos para un muerto» Preston & Child.
«El cuco de cristal» Javier Castillo.
«Win» Harlan Coben.
«El viento conoce mi nombre» Isabel Allende.
« Sangre helada» «Secretos mortales» Robert Bryndza.
«La paciente silenciosa» Alex Michaelides.
«La mirada fantasma» Lavinia Wrights.
«Todo lo que era sólido» Antonio Muñoz Molina.
«La ciudad de las sombras» Victoria Alvarez.
«Las garras del águila» Karin Smirnoff.
«Los inocentes» María Oruña.
«La ley del hambre» «La paradoja del bibliotecario ciego» Ana Ballabriga/ David Zaplana.
«Aurora Boreal» Asa Larson.
«Tierra sin hombres» Inma Chacón.
«Pleamar» Antonio Mercero.
«El hombre del laberinto» Donato Carrissi.
«El enigma Stonehengue» Sam Crister
«Tierra rica y caliente» Jose I. Rodriguez Hermosell.
«Sol de brujas» Felix G. Madroño.