"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

viernes, 8 de marzo de 2024

MANTENIDAS

 

En un día como hoy, 8 de marzo, en el que las mujeres nos manifestamos celebrando los éxitos sociales y laborales obtenidos y reivindicamos los que nos quedan por conseguir, que son bastantes, sobre todo de libertad efectiva, quiero contar una noticia que leí hace unas semanas y me dejó perpleja.

Se han puesto de moda en las redes sociales, según parece, un tipo de mujeres que se definen a sí mismas como «Stay at Home Girlfriend». Hay una tal Helen, de 25 años, tendencia en TikTok por mostrar su rutina del día a día mientras su novio va a trabajar. Acumula más de 165 millones de visualizaciones. ¡Por enseñar cómo mantiene la casa impoluta y se cuida a sí misma como si fuera una Barbie!

No lloro porque...bueno, no sé por qué, pero que personas así estén ganándose la vida, porque a la hora de la verdad lo hacen, promocionando artículos de casa y belleza, defendiendo lo guay que es «ser una mantenida», pues la verdad...¿Años de lucha para esto? Mujeres golpeadas, encarceladas, subyugadas...¿para que ahora nos vendan al tipo de mujer «en casa y con la pata quebrada»? Joder, qué fuerte.

Un estudio de la Universidad de Stanford sobre el comportamiento de los usuarios en redes, publicado en 2021, concluyó que el contenido que más se viraliza, es decir, el que se vuelve tendencia, es el que viola los valores culturales de las personas. Debemos de tener un punto imbécil las mujeres, sí, para permitir que ese tipo de publicidad se instale en nuestras cabezas y nos sintamos más felices sin currar fuera de casa ( porque dentro sí lo hacen) y dando más importancia a la estética de nuestro físico que a la superior satisfacción personal de ganarse las lentejas una misma, con el sudor de nuestra frente y sin agobiarnos por si somos guapas o feas, delgadas o gordas.

¡Menudo mensaje de sororidad para la juventud!

Mientras mujeres de mi generación mantenemos viva la inquietud por un mundo sin machismo, sin violencia de género, sin estereotipos, hay otras que optan por la «idílica» vida de un ama de casa, como las de las películas americanas de los años 50, que no son sino una falsa fachada que solo puede hacer felices a los hombres; a ciertos hombres, perdón.

Nos pillan a destiempo y sin ser duchas en el manejo de las redes, pero de verdad, algo tendremos que hacer. Callar ante semejante disparate es abrir las puertas al antiguo machismo, ese que ciertas tendencias políticas consideran «lógico y sensato».

Y luego se preguntan para qué nos manifestamos el 8 de marzo...








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