Este
fin de semana, como siempre que puedo, he escuchado el programa de
Pepa Fernández , No es un día cualquiera, y uno de los
debates trató sobre el lenguaje sexista, provocado por un presunto
incidente – ignoro hasta qué punto es cierto – en el que al
parecer un profesor dijo en clase: “los niños pueden salir al
patio” y las niñas se quedaron sentadas, sin darse por aludidas;
en fin, tengo mis dudas, puesto que la palabra “patio” impulsa de
sus asientos a los críos más que las chucherías, pero igual era
algún tipo de acuerdo previo en represalia o no sé qué...Podría
ser.
A
lo que voy; se debatió y en bastante profundidad, el asunto del
lenguaje sexista. Si algo me encanta del programa de Pepa es que
aprendes cualquier tema relacionado con la Lengua; a ella le gusta
y lo domina con una maestría inigualable. No tengo nada que objetar
a lo que se dijo pero sí me dio pie a reflexionar sobre el asunto.
Para
los que me leéis de manera habitual no tendréis duda de que soy una
feminista declarada, de que defiendo a las mujeres a capa y espada,
pero hay cosas, sin embargo en la que me alzo de hombros y digo
“Ganas de perder el tiempo”. ( Por cierto, ¿ habéis visto la
peli “Sufragistas”? Andaba yo harta de políticos y relatando si
votaría o no de haber nuevas elecciones y anoche, a moco tendido,
dije ¡Pero como no voy a votar con lo que padecieron estas
mujeres?” Cerros de Úbeda otra vez, mis disculpas; eso sí, no
os la perdáis; es cultura)
A
mí me repatea claramente el compañeros/ as; amigos/as y parecidos.
Me parece tan absurdo que hasta creo que en vez de reivindicar nos
ridiculiza. Yo no me siento menospreciada si dicen: “Señores,
bienvenidos”; en un local, aunque prefiero que digan “Querido
público, bienvenido”; o si en un mitin sale el “Compañeros” ;
podrían usar el “todos los presentes”. Me apunto a las formulas:
profesorado, alumnado, funcionariado, personas, jefatura, etc...¡Si
nuestra lengua es super rica!¡ Hay vocablos para caerse muertos! No
se trata de ser agresivos cada vez que alguien diga la médico
( yo lo prefiero a médica) o la jueza; los artículos
también están para ser diferenciadores, me parece; pero a la gente
se le calienta la boca con cosas así.
Es
importante el lenguaje, pero cuando insulta con su significado (
verdulero/ verdulera) y siempre atentos al matiz; en lo hablado es
fácil diferenciarlo, en el escrito debemos ser cuidadosos. Pero
molestarnos por ciertas manera de hablar cuando a las mujeres se nos
menosprecia por las mismas mujeres en programas de tv vergonzosos,
donde se recurre a los viejos tópicos de enseñar pierna o pecho o
de pelear por un tío a voz en grito..No sé...
Nos
hace falta muchas dosis de educación. EDUCACION con mayúsculas; de
que las mujeres se valoren a sí mismas, de que nos respetemos y con
nuestra conducta ganemos el respeto ajeno, de que no perdamos terreno
en los derechos conquistados... Yo soy maestra, en femenino,
porque esta profesión es de las primeras que nos permitieron ejercer
a las mujeres , y me suena bien, pero si tuviera que llamarme la
maestro tampoco me importaría tanto, siempre y cuando pudiera
hacer mi trabajo como siempre lo hice.
No
estoy muy segura de haberme explicado. Tampoco sé hasta donde
impondría mis límites en esto del lenguaje sexista; pero sí sé
que hace falta que una palabra me ofenda en el corazón no en el
oído... Prefiero que hagan buenos planes de enseñanza a que
dediquen presupuestos a enseñar a los maestros cómo hablar sin
sexismo a los niños. Doy por descontado que mis compañeros de
profesión no son , a estas alturas de la democracia, tan idiotas de
no saber hacerlo.
En
fin, que esta semana la cosa me ha salido así. Mis disculpas si no
supe expresarme o si ofendí a alguien con mis teorías.
La
semana próxima lo intentaré mejor, señoras, señores..
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