Primero
fueron los cuentos: La ratita presumida, Hansel y Gretel, Piel de
asno, Riquete el del copete...y tantos más.
Después
los tebeos: TBO, Jerónimo, El capitán Trueno, El jabato, El zorro…
Más
o menos por entonces, también los ilustrados de Bruguera: Corazón, Tarzán,
Viaje al centro de la tierra, Cinco semanas en globo, Historia de dos
ciudades…
Ya
adolescente total: Corín Tellado, Agatha Mor, Marcial Lafuente
Estefanía…y las originalidades de Erich Von Däniken o Jiménez del Oso...
Siguieron
los obligatorios libros de lectura del instituto, aburribles unos, como
Milagros de nuestra señora y sorprendentes otros, como La familia de
Pascual Duarte.
Para
colmo, a través de un amigo bibliotecario descubrí el apasionante universo de
El señor de los anillos y rarezas como La metamorfosis o El castillo
de Kafka, en esa época en la que lo leías todo, de comienzo a fin.
Autores americanos, europeos, españoles del exilio y de la
resistencia pasiva criados en una España inhóspita.
Todo
lo que había que leer, se leyó. Poesía, teatro y prosa.
Miles
de esas historias se quedaron conmigo; otras, se olvidaron. Pero
todas hicieron de mí una lectora apasionada. Y, supongo,
contribuirían a crear a la escritora.
Me
decanto, lo sabéis quienes me seguís, por la novela negra, por
las historias intimistas, las mágicas de Allende o García
Márquez, las de guerra y posguerra, de Almudena Grandes o Manuel
Rivas… Y por supuesto, la romántica, la buena, la de Diana
Gabaldón y la de cientos de autoras, españolas y extranjeras...la de
mundos oscuros, vampiros, lobos, cambiantes...o simplemente las de
amor amor.
Así
pues, si mi vida siempre estuvo plagada de libros ¿ cómo no voy a
celebrar el lunes 23 que existan los libros, las
bibliotecas, las librerías ?
El
olor maravilloso de unas páginas recién abiertas, de las portadas
exquisitas que seducen la vista, de palabras creadoras de vidas que
podrían ser la tuya, ¡qué querrías fueran la tuya! ¡Esos mundos de ayer y hoy!
Un
libro. Siempre. Desde siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario