pero nosotros somos los que jugamos.
( William Shakespeare)
La manera en que una persona toma las riendas de su destino
es más determinante que el mismo destino.
( Karl W. Von Humboldt)
En
un tiempo donde las mujeres no pueden decidir su futuro, en el que
los reyes las usan como simples peones en el juego de la política,
lady Elizabeth MacDermont se rebela contra las intenciones de su
hermano de unirla en matrimonio al único hombre que puede hacerle
sombra, el barón de Rostalch. Utilizando las artimañas propias de
su sexo decide probarle que no hay súbditos tan leales como él
parecer creer. A cambio, será libre de elegir su destino; pero
¿logrará su propósito o la arrolladora personalidad de su
contrincante conseguirá desbaratar sus planes?
« En un beso sabrás todo lo que he callado»
(Pablo Neruda)
Tess,
María Teresa Mendoza, regresa a su ciudad natal, dispuesta a
reencontrarse con sus amigos y a comerse el mundo .
Sin
embargo, el azar trastoca sus planes al colisionar con unos ojos
negros que la encadilan y despiertan en ella el deseo de cometer
locuras. Lo que ignora es que esos ojos pertenecen a uno de los
calaveras más reputados de Veracruz, y para colmo, hijo de su
madrina.
A
Juan Santacruz le cuesta dar crédito a que la atractiva joven que
aparece una mañana en el club marítimo sea el juguete de su
infancia, la «princesa» a quien cambiaba los pañales. Fascinado,
se deja atrapar en una apuesta para enamorarla.
Cuando
la ingenua Tess descubre la identidad de Juan, ve en su vecino la
posibilidad de experimentar, de tener un guía en el mundo del
romance con la confianza de que su corazón no saldrá herido. Para
él, supondrá la excusa perfecta de tenerla a su lado.
Pero
ninguno
de los dos cuenta con que, entrando los sentimientos en danza, las
buenas intenciones fracasan.
Mil gracias por vuestros comentarios en amazon. Son un lujo vuestras estrellas y vuestras cálidas palabras. Si ya disfruto inventando historias, imaginad con semejante apoyo.
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