ALMUDENA

 

Debiste llamarte Malena en vez de Almudena, porque contrastando los significado de ambos nombres, el primero es una adaptación griega del hebreo que significa Torre y el segundo, de origen árabe,Ciudadela. Tal vez el segundo tenga que ver con tu capacidad de acoger, pero yo te siento más como una torre, un elemento defensivo, erguido y orgulloso, siempre al acecho de cualquier injusticia para denunciarla y airearla a los cuatro vientos, que voz y energía nunca te faltaron.

Eres, eras y serás siempre un referente de mujer fuerte, luchadora, asertiva. Un ejemplo para las mujeres que ansiamos un mundo mejor, más justo, igualitario. Amantes de los hombres, pero como iguales. Pusiste en tu vida a un poeta y le entregaste tu prosa ¡Qué inmensa armonía literaria en un mismo hogar! No me extraña que te dedicara poemas tan bellos, tan certeras palabras, porque tu presencia debía ser una inspiración constante. No imagino a alguien capaz de crear personajes como Magda y Malena, Sara Gómez,Juan Olmedo y Maribel, Raquel y Álvaro,Inés, Pepe el portugués, María y Germán… Tantos y tantos personajes extraordinarios , sin ser tú la mitad de ellos mismos. Como escritora, me reconozco en mis personajes y sospecho que tú no estabas lejos de los tuyos.

Llevo amando tus libros tantos años como tú escribiéndolos. Te he seguido con fervor. Unos me gustaron mucho y otros menos, pero siempre estuve dispuesta a leer el siguiente.

No estimo tu prosa especialmente; en ocasiones me resultabas recurrente en los párrafos y pensaba que te sobraban letras, pero la fuerza de tu mensaje, los personajes que creabas eran tan potentes, tan cercanos, que con gusto salvaba ese escollo. No conozco otra escritora con la que me haya identificado tanto en mis lecturas. Lloro al saber inconclusa la serie de los Episodios porque tenían tanta documentación, tanta amargura y alegría a un tiempo, que no leer a “Mariano en el Bidasoa” me da rabia, más sabiendo que lo ibas a situar en mi tierra extremeña.

¡El que cierta sección de Madrid se haya negado a rendirte homenaje dice tanto de lo que tú expresabas! Las dos Españas permanecen agazapadas, a la espera de devorarse como Saturno a su hijo, porque está claro que no aprendemos de la Historia, ni siquiera aunque nos la hayan contado con detalle y pasión como tú lo hiciste.

No necesitas ser hija predilecta, ni tener tu nombre en una calle o una biblioteca. Tus libros son el testimonio perenne de que supiste mostrarnos esos retazos de pasado y ¡ quién sabe! quizá en el futuro, los que te lean entiendan que el odio no lleva a ninguna parte, que fuiste tan cronista de esos años como Galdós con sus Episodios, y esa Guerra Interminable, con un poco de suerte, quizá logre terminarse en paz.