Miras la pantalla. Cierras los ojos. Suspiras. Vuelves a mirar la pantalla, limpia de letras. Solo un fondo blanco.
Han pasado diez minutos y sigues ahí, sentada, con un cierto dolor en el estómago. Barruntas lo que quieres decir. Pero no te sale. Lo intentaré mañana, mascullas. Y la pantalla queda en negro.
Miras la pantalla. Tienes la mente en blanco. No lo entiendes. Hay mil noticias que te indignan: violadores en manada, guerra en Ucrania, visitas indeseadas, políticos en general… Pero no te motivan. Ni siquiera para insultar. La ansiedad te recome. ¿Volveré a sentir pasión por escribir? ¿Regresarán las musas?
Apagas el ordenador. Se puede cocinar sin ganas, conducir, hacer deporte, pero ¿escribir?
Date tiempo....y volverá a surgir una historia apasionante ...y mientras tanto,disfruta,vive!!!!!❤️
ResponderEliminarEn ello andamos. Besazos, amiga.
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