"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 19 de junio de 2025

MADDI Y LAS FRONTERAS

 

Sentía bastante curiosidad por leer el libro de Edurne Portela y lo cierto es que no me ha defraudado, en absoluto. Os recomiendo su lectura.

Habrá quién diga que no paramos de recordar cosas del pasado, pero es que yo estoy convencida de que el pasado no se debe olvidar; perdonar a ciertas personas, tal vez, pero olvidar nunca, porque la Historia nos ha demostrado que es cíclica y ahora nos encontramos tan cerca de vernos gobernados por fascistas como lo estuvo Maddi y todas las mujeres que lucharon en esa época. Había costado mucho adquirir derechos ( al menos en la teoría) que nos igualaran con los hombres y bastó que llegaran un puñado de militares y la iglesia, para que se perdieran.

Lo más sorprendente, para mí, siempre será que haya mujeres que les secunden, que no se sientan marionetas de esos hombres, que no aspiren a ser libres de mente y cuerpo. Me cuesta aceptar que las mujeres que llegan al poder sean una Meloni o una Tatcher que no difieren en lo más mínimo de un Trump o un Putin. Son mujeres en apariencia, pero han llegado al poder actuando como los peores hombres, los dictadores. Mala educación en valores recibieron.

Hace unos días ( fue lo que me impulsó a leer el libro), una mujer muy interesante, vasco francesa, catedrática de español, dio una charla en mi ciudad bajo el título «Las Carmelas». Ella se llama Pantxika Cazaux Zubialde y ha investigado sobre mujeres que actuaron en las fronteras de España y Francia como espías de la Resistencia, o la integraron, aunque de ellas apenas se habla. La historia es así, da igual qué color político pinte, sólo figuran los nombres masculinos, como si las mujeres no hubieran estado ahí, tan presentes como ellos.

Estas mujeres asumieron riesgos, comandaron grupos y, muchas, terminaron en campos de concentración alemanes. Algunas ni siquiera tenían ideología, lo hacían por humanidad, porque el horror  era intolerable y querían ver libre del fascismo a su país. Una de ellas era Maddi. Hubo muchas Carmelas, muchas Maddi, pero no aparecen en los libros, no les ponemos cara, no sabemos sus historias...y eso es un error. Fueron tan valiosas como un De Gaulle, un Churchil o un Malraux.

Estoy convencida de que, si fuera necesario, las Carmelas del futuro repetirán las heroicidades de sus antepasadas, pero ya no querrán hacerlo a la sombra, exigirán ( en justicia) que se les reconozca su valor y ya habrá hombres que secunden sus deseos. Porque quiero creer que algo hemos avanzado, que el pensamiento de los hombres y de muchas mujeres habrá evolucionado y sabremos entender que, en lo bueno y en lo malo, ambos géneros vamos a la par.

No podremos parar el fascismo si no tomamos conciencia de esa igualdad y...me niego a creer que podemos regresar a la prehistoria de aquellos años. Pero podría ser. Por eso lucharon ellas, porque se vieron abocadas a practicar una religión que no sentían, porque regresaron al hogar y perdieron la posibilidad de trabajar fuera, de ganar dinero, de ser autónomas, de tener hijos o no, de no perderlos si se divorciaban, de ser, sencillamente, independientes. Compañeras de sus parejas, no siervas. ¿Cómo no luchar contra eso?

Yo sería una Carmela. Y espero que tú también.

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