Estar
en marzo y no escribir sobre el día de la mujer sería un error
imperdonable por mi parte siendo como presumo, una mujer
reivindicativa de nuestros derechos. Me niego a considerarme
feminista porque la palabra se ha devaluado hasta el punto de que ese
termino se asocia con mujer fea, lesbiana y de mal humor. Es un
tópico como una catedral, indudablemente, pero quizá por ello
prefiero dejarla a un lado y destacar que una mujer que lucha por sus
derechos y las de su género no se atiene a cánones de belleza ni de
carácter y mucho menos de inclinación sexual. Aclarado esto, y
puesto que este año no he dado mi “clase magistral sobre el tema”
al no seguir trabajando en mi querida escuela , voy a ofrecer mis
conocimientos y las arengas que solía soltarles a “mis chicas”
en las proximidades del 8 de marzo.
Si
nos ponemos a recapacitar sobre el número de mujeres que conocemos
a través de los libros de Historia hallamos que sólo hay reinas y
adentrándonos en el siglo XX, políticas. ¿Qué pasa, que no
existieron mujeres en el campo de la ciencia, de las letras, del
arte...? Indagar sobre ello es fascinante. Hay tantas, tantas...Y
nosotros apenas conocemos una décima parte de ellas!!!
De
épocas pasadas destacan con especial fuerza Isabel la Católica en
Castilla o Catalina la Grande en Rusia. Y ¿ qué se dice de ellas?
Isabel luchó contra su hermana por el trono, se negó a compartirlo
con su esposo, expulsó a árabes y judíos de la Península... ¿No
son cualidades masculinas? ( menos mal que TVE ha edulcorado su
imagen con su magnífica serie y nos ha dejado claro que era una
mujer, con sentimientos normales e higiene corporal saludable)
Catalina
impulsó la cultura, ejerció de mecenas de importantes artistas y se
relacionó con los ilustrados franceses además de llevar a cabo una
política económica liberal ;no obstante ¿ qué se resalta de ella?
Su colección de amantes.
De
cómo ambas han pasado a la Historia podemos sacar una conclusión
evidente: la
Historia la han escrito siempre los hombres.
Puesto
que es imposible realizar un estudio de todas las mujeres
maravillosas que los libros nos han negado me voy a permitir hacer un
análisis lo más breve posible, por si a mis lectores les sirve de
algo y les descubro el interés de investigar sobre el tema. Hay
siglos donde no aparece ningún nombre ¿ Quiere eso decir que no
existieron mujeres interesantes? Por supuesto que existieron, es
sólo que no nos han llegado sus nombres ni sus hazañas. También
advierto que me centro en los “después de Cristo”, pero sabemos
de sobra que “ antes de “ también existieron heroínas, por
desgracia sepultadas en el olvido.
Aquí
os dejo el fruto de mis investigaciones ( para el que he contado con
la inestimable ayuda de Rosa Montero y sus fantásticos artículos
desgranado a lo largo de varios años en el dominical de “EL País”;
el
resto son recortes de periódicos, enciclopedias y viejos manuscritos
que por suerte llegaron a mis avariciosas manos)
Siglo
I d. C :
María
“la judía”.
Alquimista. Escribió importantes tratados e inventó sofisticados
aparatos que servirían de base para los de los laboratorios
actuales. A ella se debe el famoso “baño maría” en la cocina.
Siglos
IV al V : Hipatia
de Alejandria, valiente
científica y astrónoma que el mundo logró conocer gracias al
director de cine Alejandro Amenabar y su “Ágora”.
Siglo
X :
Roswitha de Gandersheim.
Alemana , primera mujer que escribió teatro en Europa. Entre sus
temas , el rechazo a la violación y la prostitución así como el
aprecio a la solidaridad entre mujeres.
Siglo
XII:
Herrad
de Landsberg.
Abadesa de un convento alemán. Realizó la primera enciclopedia de
la Historia confeccionada por una mujer, titulada “Jardín de las
delicias” , con bellas ilustraciones.
Siglo
XV:
Christine
de Pizan.
Escritora francesa. Primera autora conocida que rechaza el
determinismo biológico, es decir que el sexo masculino es superior
al femenino. Su obra “Querella de las mujeres” fue muy polémica
en siglos posteriores.
Siglo
XVII:
María
de Zayas y Sotomayor.
Escritora madrileña que denuncia la situación social de la mujer
utilizando la ironía. Curiosamente fue muy aplaudida como poetisa y
autora de comedias teatrales.
Siglo
XVIII.
Olimpe
de Gouges.
Escribió “La declaración de los derechos de la mujer y la
ciudadana” en 1791 y fue guillotinada dos años después por
defenderlos.
Siglos
XIX y XX. Hay
tal cantidad de nombres que es imposible hacer un análisis
completo, por eso me ceñiré a algunas de las que más me han
impactado personalmente, aunque deberéis aguardar al artículo del
próximo jueves.
Ahora
quiero hacer hincapié en una situación que se me da muy a menudo
como escritora: La gente me dice: “Tus protagonistas femeninas son
muy atrevidas para la época” Y yo sonrío e intento explicar que
“mis” mujeres no podrían ser de otro modo. He crecido sabiendo
que las mujeres, aunque sumisas en apariencia si no les quedaba más
remedio, eran las fuertes del hogar, las sostenedoras de su
equilibrio, las que ponían el trabajo para que su “hombre” se
luciera... ¡ Hay tantas y tantas escritoras, pintoras,
científicas... tras “grandes hombres” que nunca salieron a la
palestra! Me duele la humillación de su silencio como si fuera
propio y desprecio a esos hombres que no supieron sacar la cara por
ellas.
Por
eso mis mujeres – las verdaderas “protas” de mis historias –
son fuertes, seguras de sí, decididas y electoras de su futuro...
En la Edad Media, en la Regencia inglesa, en la actualidad... Me da
igual el escenario. Mis mujeres son un reflejo de mí, y estoy segura
de que por muy condicionada que hubiera estado por sociedad y familia
de haber nacido en otra época, no hubieran logrado acallar mi innata
rebeldía. Como tampoco callaron a esas mujeres de las que más
arriba os hablo.
Y
aún quedan muchas. Os esperamos el jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario