En estos días en los que me veo de continuo en las fotografías del último evento al que asistí me vino a la memoria un poema que mi amigo Manolo, de quien ayer fue su cumpleaños, me escribió hará al menos dos décadas. Curiosamente, me sigo sintiendo identificada con sus palabras y cómo no, le estoy super agradecida por ese retrato cargado de ternura que me hizo.
Para aquellos que no lo conocéis, espero que os guste.
Maestra,
no en paro,
sino
constante exposición;
mercado
gratuito.
Algunos
sólo miran
otros
se zambullen.
Pensamiento
alto,
no
siempre certero; sí solidario
como
frente de sierra.
Ojos
grandes que repiten
con
su brillo
la
sonrisa amplia, la carcajada exuberante.
Mosquitilla
que pica,
eterna
clown
del
gesto picaruelo y asombrado.
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