Hoy
quiero hablar de un colectivo al que conozco bien , el de las cameras
de piso de los hoteles. ¿Por qué de ellas? Porque por puro azar
surgió en una conversación con mi hermana – que se dedica a dicha
profesión desde hace casi
treinta años años – y me
contó de “las Kellys”. Sentí curiosidad y busqué información,
por eso he decidido – pese a que ya son bastante conocidas –
difundir sus reivindicaciones y dejar patente las indignas
condiciones en las que trabajan.
¿Con
qué fin? Eso depende de cada uno. Yo les he dado un “me gusta” a
su página en facebook y voy a escribir esta reflexión, el resto
podéis obrar en consecuencia.
“Las
Kelly” es el abreviado de “ las que limpian los hoteles” y se
han organizado en un plataforma que ya asocia a casi ocho mil
miembros en toda España. ¡Ojo! muchas se han dado de baja o han
decidido no apuntarse por amenazas- directas unas y veladas otras -
de sus jefes, lo cual me parece muy fuerte en un país democrático.
Estas
personas reivindican algo tan lógico como contar con un convenio
laboral decente, unificado en toda España – la tarea de los
sindicatos deja bastante que desear - que se reconozca su categoría
profesional; disfrutar de dos días ininterrumpidos de descanso
semanales; reparto de trabajo lógico, dependiendo de la categoría
del establecimiento – a más estrellas, más trabajo implícito (
los amenities no se reponen solos, ni las bebidas del minibar);
vacaciones pagadas y que la edad de jubilación se adelante a los
60 ( ¿alguien se imagina a una persona de esa edad moviendo
colchones y muebles, pasando aspiradoras, limpiando baños?)
Varios
estudios avalan que padecen un desgaste físico enorme, muscular y
óseo lo cual las lleva a altas dosis de medicación y sufren estrés
por las exigencias patronales de rendimiento y las amenazas de
despido, además de por los horarios tiránicos en la mayor parte de
los casos. ¿Cómo se ha llegado a esto? La situación laboral de
estas empleadas siempre ha sido complicada pero se ha
visto agravada con la nueva política empresarial de modificar el mantener una plantilla fija por la de contratar para realizar el trabajo por horas - a través de
empresas de empleo temporal -
llegando a darse la asombrosa injusticia de que paguen por limpiar
una habitación completa un promedio de dos euros. ¿Imaginamos
cuantas habitaciones hay que limpiar para sacar un sueldo decente?
Contando
que, aparte de dormitorios hay que trabajar en lavandería, en las
zonas comunes del hotel y en aquellas que los clientes no pisamos.
Las jornadas llegan a ser de diez horas, sin tiempo para la comida ni
para el descanso.
Por
supuesto que estoy denunciando los casos más flagrantes de
desvergüenza empresarial, con gobernantas que flagelan verbalmente a
las empleadas porque muchas se llevan comisiones si el rendimiento
es el exigido.
Habrá
hoteles donde se trabaje con plantilla normalizada y en los que los
jefes muestren interés por la salud de sus empleados, pero me temo,
leyendo las denuncias de la página donde se explayan, que son
mínimos.
Me
quedo en el tintero mil anécdotas que me han llegado , de acosos,
abusos, depresiones, “tirar la toalla”...pero daría para
escribir una novela y no es mi intención.
Esto es
simplemente una llamada de atención.
Si alguien me lee y tiene poder
para hacer algo, adelante. Yo sólo quiero invitar a que, cuando
vayamos a un hotel, “veamos” a esa persona que nos topamos en el
pasillo con su carrito, que no seamos desagradables con quien a lo
mejor no nos ha dejado la habitación tan limpia como esperábamos o
no nos ha cambiado las toallas del baño – igual es que no tienen
de recambio - porque puede que estén currando a toda pastilla y no
lo puedan hacer mejor. Si reclamamos, que sea al hotel por no tener
una plantilla adecuada, no por falta de eficiencia. ¿Que las habrá
que trabajan mal? También. Para hacer cualquier cosa hay que ser
profesional, pero si no te dan los artilugios adecuados ni la
formación, pues igual no sabes cómo hacer las cosas con la máxima
eficacia en el menor tiempo posible. Hasta para limpiar hay que estar
formado, considero yo. Pero eso es obligación de la empresa, no del
empleado.
En
fin, chicas, dije que hablaría sobre vosotras y lo he hecho; no sé
si habré cumplidos con vuestras expectativas pero esto es lo que me ha salido.
Firmé
para que os rebajen la edad de jubilación e invito a quien me lea a
que lo haga también; por otro lado, espero que este blog sirva para
llegar a las kellys de los cinco continentes, os hagáis más fuertes
y no perdáis vuestra fuerza reivindicativa.
Hay
montones de colectivos en situaciones tan chungas como la vuestra,
pero sois un ejemplo de cómo la desesperación lleva a la unidad y
la denuncia. No pensemos que es mejor no hacer nada; si alzamos la
voz, en algún momento las puertas se abrirán.
Os
deseo mucha suerte.
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