Habíamos quedado para
cenar tras dos meses de intercambiar mensajes a través de la red. No
había mentido, era tal cual dijo: morena, de melena ondulada, ojos
grandes y boca sensual. La miré llegar sobre sus tacones, con aire
seguro; ni siquiera se había molestado en cuidar su apariencia, con
tejanos, camisa blanca y un ligero top debajo. El único signo de
coquetería estaba en el collar turquesa que rozaba como en un
suspiro la piel de su cuello...
Mis labios se quemaron
por tocarla, mis manos por abrir ese broche y desnudar su cuello para
dejar que mi lengua recorriera su vena...Quería marcarla.
Verla tragar el vino y
captar cómo el líquido descendía por su garganta me inflamó de
deseo. Quería ser yo quien la saciara, con mi sangre. Clavar en ella
mis colmillos y arrancarle un gemido de placer mientras succionaba la
ambrosía que recorría sus venas con la fluidez de la lava. Estaba
nerviosa; lo sentía en el ritmo de su pecho y en el de los latidos
de la muñeca.
Satisfecho, me levanté
del taburete de la barra desde donde la observaba y me acerqué a la
mesa, decidido a iniciar la noche; dispuesto a concluirla con
final feliz.
<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/"><img alt="Licencia de Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by-nc-nd/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">"A tu salud"</span> by <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8027389317602225079#editor" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Mercedes Gallego</a> is licensed under a <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License</a>.
No hay comentarios:
Publicar un comentario