"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 17 de enero de 2019

Desde  hoy, a la venta. 


No soy ninguna leyenda, solo un guerrero de carne y hueso

En un tiempo donde las mujeres no pueden decidir su futuro y los reyes las usan como simples peones en el juego de la política, lady Elizabeth MacDermont se rebela contra las intenciones de su hermano de unirla en matrimonio al único hombre que puede hacerle sombra, el barón de Rostalch. Utilizando las artimañas propias de su sexo decide demostrarle que no hay súbditos tan leales como él parecer creer. A cambio, será libre de elegir su destino. Pero ¿logrará su propósito o la arrolladora personalidad de su contrincante conseguirá desbaratar sus planes? 



¿Quieres saber más ? Así comienza. 

 
                                                                         - North Yorkshire, 1107 -

El interior del convento bullía de actividad. Tanto en el huerto como en las cocinas y corredores se afanaban las religiosas en mantener el orden y la pulcritud que habían acrecentado su fama. Sin embargo, nada de aquello interesaba a la joven que caminaba a través del atrio, aguardando la llamada de la superiora. Aunque vestía un traje azul recatado, sin rastro de adornos ni joyas, y llevaba el cabello en un modesto recogido, se percibía a la legua que procedía de buena cuna. Se la notaba nerviosa, tanto en la zancada larga con la que se desplazaba, como por el restregar de sus pálidas manos.
Disimuló el respiro hondo que le brotó del pecho al abrirse la puerta y adoptó el aspecto sumiso que se esperaba de ella al adentrarse en el sobrio despacho de la abadesa.
Al levantar la vista para conocer el motivo de la convocatoria, la perplejidad se reflejó en su semblante al toparse con el familiar rostro de Walter Brodrie, el senescal de su hermano.
El caballero, con una amplia sonrisa, se incorporó del sillón que ocupaba frente a frente con la adusta superiora y le besó una mano, en gesto galante no exento de respeto.
    Mi señora, continuáis tan bella como os dejé.
La muchacha, incapaz de morderse la lengua, replicó, mordaz.
    Algo más pálida, me temo.
El noble contuvo una carcajada, admirando la fiereza de la joven, y deslizó su mensaje con voz suave, esperando ganársela.
El rey me envía a buscaros.
    ¿Ya se arrepintió de la insensatez de su idea? –Simuló sorprenderse, izando una ceja de color azabache.
La sonrisa masculina se ensanchó, incapaz de ocultar la diversión que el tira y afloja le proporcionaba.
    Más bien al contrario. El barón de Rostalch ha sido convocado a palacio, igual que vos. Va siendo hora de que os conozcáis.
La muchacha frunció el ceño, despectiva.
    ¿Dicho barón conoce la intención del rey?
    Eso creo.
    ¿Y está conforme? – Su incredulidad sonó mayúscula.
    El senescal se atusó el bigote, reacio a mostrar sus cartas.
    No estoy en su cabeza, mi señora. Pero difícilmente se rechaza la petición de un rey.
    ¡Creí que se trataba del barón más poderoso de Inglaterra!
Su burla descarada fue acogida con una mueca de manifiesto escándalo en la faz huraña de la abadesa, quien se dispuso a intervenir ante la falta de recato de su pupila. No obstante, sir Brodrie se le adelantó.
    Lo es. Pero el rey es el rey.
    No hablemos más –ordenó la superiora, disgustada por las maneras de la díscola joven - Puesto que vuestro hermano os convoca, haced el equipaje y partid enseguida.
La muchacha, conocedora de que poco podría cambiar su futuro discutiendo entre aquellas paredes, acalló la réplica que pugnaba por escapar de sus labios; realizó una sencilla genuflexión mientras besaba el anillo que le tendían y, tras una breve mirada al senescal, se despidió del lugar que con tanto fervor había odiado en los últimos meses. ¡Al menos ahora respiraría aire puro y abandonaría los rezos!
Lucharía por escapar del destino que querían endosarle, merced a la única baza posible, la que le habían negado por rebelde y que resultaba imprescindible para sus planes: la libertad. No en vano su inteligencia había maquinado el modo.
Sólo quedaba esperar que los hados le fueran propicios.














 

1 comentario:

  1. Me encanta!!!! Que ganas y que contenta de que este a la venta. Pronto en papel, espero. Enhorabuena y a por otro éxito, my friend!!

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