"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

miércoles, 4 de diciembre de 2024



Algunos hombres, por supuesto que no todos, en pleno siglo XXI no ha aprendido que un monosílabo tan simple lleva un mensaje bien claro: «NO QUIERO QUE». No quiero que hables por mí, no quiero que decidas, no quiero que me prohíbas, no quiero tener sexo contigo.

Ciertos maridos consideran que tienen «derecho de pernada» sobre sus esposas. De ahí que se las tiren sin consultar si les apetece o no; y si no les apetece, igual se sienten con derecho a soltarles un bofetón, o a seguir en la escala de violencia, dependiendo del tipo y de lo enfermo que esté.

Algunos creen que si vas en el autobús o en el metro y consideran que «estás buena», pueden aprovecharse del alboroto circundante y apretarte el culo o sobarte un pecho. Esos mismos, consideran que porque te estés tomando unas copas, luzcas ligera de ropa – a su entender – y sonrías mientras te diviertes, «los estás provocando». Lo cual les da derecho a «entrarte» con un ligoteo fácil y a ponerse pesados, y si les dices que no, lo más suave que te adjetivan es de puta o zorra.

Hay algunos que defienden la violación con un «ella no se resistió» .No cuentan con el pavor que debe dar que un tipo con mas fuerza que tú, sin necesidad de que lleve navaja o pistola, de un simple puñetazo te parte una ceja o te rompe la boca.

Esos hombres no deben tener madre, ni hermanas , ni primas; y si las tienen, no les duelen. O las tratan mal.

Cansa un poco lo de «están enfermos» . Por descontado que lo están; como mínimo son “cortitos” de entendederas, porque sino, no se entiende que a un NO le siga un avance por su parte, del tipo que sea.

No pueden quedar fuera de esta reflexión a los celosos patológicos, esos que hacen la vida imposible a sus parejas y las maltratan de voz y mano; que llegan al punto de matarlas, incluso delante de sus hijos, y después se suicidan. Me digo “Si no puedes vivir sin ella, ¿ por qué no te matas tú y la dejas en paz?” Esos no han aprendido que el verdadero amor consiste en otorgar la libertad a quien amas, te corresponda o no.

Ahora, que parecía que las mujeres habíamos alcanzado cierta posición en la sociedad, resulta que no, que somos malas madres porque trabajamos y los niños terminan en guarderías, malas ciudadanas porque les quitamos el trabajo a los hombres, y unas zorras porque escogemos con quien queremos acostarnos.

Quizá habría que trepanarles el cerebro a los detestables machistas para meterles en su estrecha mollera que las mujeres hemos alcanzado la mayoría de edad hace tiempo. Y, de paso, enseñarles el significado de la palabra RESPETO.

 

Ese artículo lo escribí en Noviembre de 2017 y me parece increíble que siga de vigente actualidad.  Lo he rescatado porque, hace muy poco, una mujer me dijo que las feministas nos estamos "pasando" con tanta reivindicación y me parece terrible tener que explicarle a alguien de tu mismo sexo que estamos a años luz de "sentirnos" con la misma libertad que los hombres, que es una cuestión de cultura y de educación que ellos no nos vean como meros trozos de carne, que tenemos sentimientos y capacidad  de decisión pero que, en muchas ocasiones, ni nos dan la oportunidad de demostrarlo ni nos lo permiten; así que sí, aún tenemos mucho por lo que luchar y sí, hay que seguir reivindicando el 25 N.





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