Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores
con un puñal, con besos y contigo.
Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.
Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.
Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.
“Dedicado a Diego Guisado y la libertad por la que siempre brindó,
así como a todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo y amarlo”
Me fui y regreso con Lorca, pero ¡cómo evitar recordarlo
siendo uno de nuestros más laureados poetas!
Este poema pertenece a “Sonetos del amor oscuro”.
Para mayor placer, escucharlos todos de boca de Amancio Prada.
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