"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 21 de noviembre de 2019

El sueño de tantos niños...




  Asisa es una niña de seis años que llega a España a pasar dos meses de verano. Una niña que se pregunta si se puede soñar grande o debe soñar pequeño… Una niña que, al llegar, siente pánico ante lo desconocido : el avión, el agua, los edificios, las escaleras...pero que regresará al campamento donde mora su familia enamorada de la música, del cine, de las palomitas, de los helados...Recuerdos que formarán parte de su vida para siempre, así como el cariño que generó y el que se lleva consigo.
   De la experiencia de esta niña ( e imagino que del contacto con muchos niños más) y de la relación de las dos autoras con ella surgió este precioso libro: Sueña la arena con hacerse viento. Es bello en el contenido y en las imágenes. El primero es obra de Marisa González Gutiérrez y las segundas de Carmen Sánchez Morillo. Lo ha publicado la editorial BADIBI-DÚ y podéis encontrarlo en cualquier plataforma a un módico precio.
  Marisa González Gutiérrez es extremeña, de Montehermoso, profesora de Lengua castellana y Literatura en Cáceres.
   Carmen Sánchez Morillo es de Vitoria. Licenciada en Comunicación audiovisual y profesora de Imagen y Sonido en Cáceres. No es su primer trabajo como ilustradora, ya ha realizado exposiciones de su obra con anterioridad, aunque desde luego este es un proyecto muy personal puesto que fue ella quien acogió a Asisa en su hogar, dentro el programa Vacaciones en Paz.
   Para quien quiera saber más sobre este programa os remito a la web de CEAS-Sáhara. Está muy extendido por toda España; con excepcional éxito en Extremadura, y con mucha aceptación en Don Benito, mi ciudad, de lo cual me siento especialmente orgullosa pese a no haber participado en él. Conozco a personas que sí lo hacen y su felicidad al transmitir los sentimientos que les provoca la convivencia con los niños resulta contagiosa.
  Más de una vez he estado atenta al debate que se suscita acerca de la conveniencia o no de mostrarles a los niños un mundo tan diferente del suyo, al que deben regresar sin remedio; pero sopesando los pros y los contras me apunto , decididamente, a traerlos. Ventajas: sacarlos por un tiempo del infierno en que viven ( físico y sicológico), recibir reconocimientos médicos y tratamientos cuando son necesarios, darles un equilibrio alimenticio para recuperar los nutrientes de los que carecen, fomentar en ellos el aprendizaje del castellano, crear vínculos con el pueblo saharaui y difundir su causa. Y lo mas importante: hacerles felices.
  Todo niño merece ser feliz. ¿Por qué un niño saharaui no?
 ¿Enviarías a tu hijo/a a un campamento de refugiados a pasar el verano? ¿Crees que tu hijo/a es diferente de esos niños? ¿Tienen ellos la culpa de que les tocara nacer allí?
  Es un impulso humanitario responder al reto de proporcionar felicidad a los niños de todo el mundo.

  No lo dudes, si quieres hacer un precioso regalo navideño: Regala “Sueña la arena con hacerse viento”.









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