Suenan
las ocho en el reloj de la plaza. Sincronizados, los balcones y
ventanas empiezan a abrirse y aparece la gente. Los aplausos resuenan
por las calles vacías, desnudas de tráfico y ruido. En un balcón
alguien comienza a bailar al ritmo de Sobreviviré de Mónica
Naranjo, Resistiré del Dúo Dinámico o el Waka waka de Shakira.
Es imposible no contagiarse de esa cadencia que invita a sentirse
positivo, a creer que el confinamiento tiene un final, que podemos
soportarlo porque los humanos somos así, imprevisibles, más débiles
que un bebé pero más fuertes que un virus por mucha corona que
lleve. Aquí estamos, sempiternos en nuestro deber, SOBREVIVIR.
Porque sabemos que mucha gente lucha por nosotros, para que tengamos
un mañana y no me refiero al bíblico. Aplausos. Muchos aplausos
para que se escuche en todo el orbe que , por una vez, estamos unidos
frente al enemigo. ¡Ánimo y esperanza!
Mucha fuerza!! unidos venceremos al "bicho"
ResponderEliminarNo hay duda. Fortaleza y buen ánimo!
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