"Si pudiera dormir rodeándote con mis brazos, la tinta podría quedarse en el tintero" (D. H. Lawrence)

jueves, 22 de junio de 2023

¿ENFRENTADOS?


 

Nos miramos a través de un sinfín de cabezas. Tú gritabas de una parte, yo lo hacía de la otra.

Pero nuestros ojos no podían apartarse. Con curiosidad, con risa casi en las pupilas.

No eran una broma nuestras demandas y, sin embargo, en lo más atípico del momento, Cupido se empeñó en lanzar la flecha. Enarbolamos pancartas, coreamos consignas y dejamos el sudor en aquella acera.

Luego llegó el momento de marcharnos y lo hicimos sin ganas. Reteniendo yo a mis compañeros; rezagado tú de los tuyos, volviendo la cabeza a cada paso.

No sé quién insinuó el primer movimiento, pero, de repente, llegaste corriendo, me cogiste la cara entre tus manos y me sellaste los labios con un beso.

El silencio del entorno fue absoluto, pasmados todos de tu osadía. Y, cuando los murmullos empezaron a surgir y señalarte, me aparté, te sonreí y susurré «ponte a salvo».

Ocurrió hace tres años, ¿recuerdas? Aún hoy nos movemos en ambientes opuestos y, no obstante, la alegría se nos escapa por los poros cuando nos vemos frente a frente. Serán las feromonas, que no distinguen de ideas o directrices. O el perverso destino, que disfruta jugando con nosotros como si fuéramos títeres de un guiñol. Pero aquí seguimos, dignos en los ideales y traidores en los corazones. No sé hasta cuándo. No sé si siempre.


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